¿Uds, se imaginan a una empresa dirigida por un jefe absoluto, con 82 años a su espalda, en los tiempos que corremos y según está la economía a nivel mundial?.
La mentalidad, la gestión administrativa, la selección de personal, la diversificación de funciones, el poder compartido, la corresponsabilidad, los estudios de mercados, las previsiones y objetivos de productividad y de expansión, los estudios de mercado, la captación de clientes, las tecnologías punta,…. Ésta y otras muchas más son las funciones de las empresas terrenas.
En la Iglesia, sin embargo, ocurre todo lo contrario de lo que ocurre en la realidad. ¿Será por aquello de que “mi reino no es de este mundo”?.
En las Universidades, en los Hospitales, en las Empresas, en general a los 65 años te jubilan o, con un poco de suerte, dejan que continúes hasta los 70, sean cirujanos, sean catedráticos, sean investigadores,…que están en plena forma y pueden dar más de sí (y nunca mejor dicho lo de “dar más de sí”).
En la Iglesia, sin embargo, ocurre todo lo contrario.
Lo normal es que sean elegidos Obispos y Cardenales mayores de 75 años. Como si la experiencia de tiempos pasados fuera un criterio de calidad y un mérito para los tiempos presentes. Como si las fórmulas del pasado valiesen para el presente y, más todavía, para el futuro.
El libro de contabilidad y el mañoso contable han quedado para los museos de la historia. Los programas de contabilidad y los informáticos, trabajadores intelectuales, son sus sustitutos. Su trabajo consiste en hacer trabajar a las máquinas.
En la Iglesia NO. Aquí todo es al revés. Trento siempre es actual y la nueva teología de la liberación son desvaríos de personas descarriadas a las que hay que llamar al orden porque están tergiversando el mensaje cristiano cuando lo primero y principal eran aquellas obras de misericordia de “dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo…
El Papa, que acaba de cumplir #82# (ochenta y dos) años, ha proclamado, públicamente, ante 40.000 personas que acudieron a cantarle “cumpleaños feliz… y que cumplas muchos más”, que “la resurrección de Cristo es un hecho real. Histórico y testificado por testigos cualificados”
Nada más y nada menos.
En primer lugar, que Cristo (el Jesús de la fe) poco tiene que ver con Jesús (el Jesús histórico).
En segundo lugar, ¿se refiere el papa a la primera y principal “testigo de la resurrección”, a esa mujer de vida depravada, prostituta, la Magdalena?. Porque lo que son los apóstoles….
Y, después, afirma el Papa: “es fundamental proclamar la resurrección de Jesús de Nazaret como hecho real..” y considera a los evangelios como “documentos históricos y no mitos o visiones particulares de los apóstoles”.
(“Excusatio non petita….).
Es más. Habla, luego del “misterio de la resurrección”.
¿Cómo se puede calificar de “histórico y real” un “misterio”, y, además, de “la resurrección”, que se supone que es resurrección de la carne (no peso, medidas, color, masa,…)?.
¿O fue sólo el alma?. Y si fue el alma ¿cómo se la ve para que hubiera testigos oculares?
Y si fue el cuerpo ¿dónde, cómo, cuando….?
¡Ah!. Ya. Que es el “cuerpo glorioso”
Pues ya la hemos liado. Otra vez los dichosos juegos del lenguaje.
Porque si es “cuerpo”, tiene que ser material, espacial,… y si es “glorioso” tiene que ser espiritual, inespacial,…
Trampas del lenguaje, que dicen los filósofos.
Como el color rojo existe y como el amor existe, por lo tanto “el amor rojo” también existe.
Trampas del lenguaje. Sinsentidos.
¿LAICO Y/O RELIGIOSO?
Todos somos creyentes en sentido amplio (“sensu lato”, que decían los antiguos), porque todos tenemos creencias. Creencias humanas, se entiende.
Yo creo que existen Brasil, su carnaval, la Antártida, las bacterias y el río Nilo. Lo he visto por televisión, en reportajes, en prensa,…. pero eso no me testifica fielmente, pudieran ser montajes perfectamente preparados. No sé si existen o no. Creo en todos ellos porque sé que existen, y están a mi alcance, unos métodos de verificación y/o de falsación de esas mis creencias humanas.
Bastaría con meterme, por ejemplo, en Internet o ir a una Agencia de viajes, sacar un billete de avión y comprobar su existencia real.
Las creencias humanas son verificables y/o falsables.
Pero, luego, además, existen unas creencias no humanas, (no que sean inhumanas, no, son no humanas, en el sentido que no son verificables ni falsables. Son, sólo, creíbles. Imposibles de verificar ni de falsar. No que sean falsas, no son falsables. No que no sean verdaderas, no son verificables. Ni tú ni nadie podrá demostrar ni que son falsas ni que son verdaderas. Sólo son eso, creíbles.
(No sé si me he expresado bien o si os he liado).
Este tipo de creencias son individuales, son privadas, incluso íntimas, son subjetivas. Son sólo verdaderas para el que las cree, porque las acepta, no porque pueda demostrarlas.
La religión, la moral (no la Ética), la patria (no la nación), la castidad, los ayunos y abstinencias, la virginidad, la heterosexualidad…. son verdades y son valores, para ti, porque tú los has aceptado, no porque, objetivamente, sean así.
¿Por qué va a valer más la castidad que el sexo sino porque tú así lo has aceptado?. Seguramente que otros muchos, muchos más, creerán lo contrario, que es mas valiosa la sexualidad que la castidad o que la virginidad, porque ellos así lo aceptan.
Pero esas verdades subjetivas, esas creencias, nada tienen que ver con las ideas colectivas, públicas, racionales, como la justicia, la libertad, la igualdad, el respeto, la tolerancia,….
La verdad es que no es de recibo cómo se enseña hoy la religión en los Centros Escolares.
Cuando debería ser estudiada desde un enfoque filosófico y/o histórico y/o sociológico, en una palabra, desde un enfoque antropológico, sólo se hace desde el enfoque de conservar el rebaño y de captar adeptos.
Los profesores de religión, más que profesores, son catequistas.
Y la catequesis, que es una actividad tan digna como otra cualquiera, debería ser practicada en las iglesias respectivas, por las personas que el obispo, como pastor, designe, pero con fondos propios, no con fondos públicos, ni en horario escolar, ni en dependencias escolares.
Todo lo público (fondos, espacios, tiempos, funcionarios,…) debe ir encaminado a hacer de los individuos unos ciudadanos, porque la ciudad es de todos, y todos somos y debemos ser ciudadanos, buenos, ciudadanos, personas responsables.
TODOS.
Quienes quieran, además, ser religiosos, de una u otra religión, están en su derecho a hacerlo y nadie debería poner obstáculos y, menos, prohibirlo.
Se puede ser creyente de cualquier religión y ser partidario de un Estado laico, ser practicante religioso y ciudadano honesto y responsable, ser un buen cristiano, por ejemplo, y un ejemplar malagueño, por ejemplo.
¿Por qué no?
Por : Tomás Morales Cañedo ( Filósofo )
EL UNIVERSO
Tengo una duda, por eso lanzo una pregunta.
Si el “Universo” es “el conjunto de todo lo que existe” (como dice la Real Academia de la Lengua Española) ¿entran en ese “universo” el cielo, el infierno, el limbo de los justos, las almas inmortales, los espíritus, los santos y santas muertos tiempo ha…. “que sí existen”, según dicen los creyentes?.
Pues Uds. me dirán, ¿dónde están?, ¿cómo están?, ¿interaccionan con los otros existentes.
¡Ah¡ que todas estas entidades “están en otro plano”.
¿Existe, realmente, ese “otro plano”? ¿O sólo crees que existe?. Porque no es igual creer que existe que existir de hecho. Lo primero es un estado cognoscitivo subjetivo, lo segundo es un hecho real, objetivo.
¿Nunca se han preguntado Uds. dónde estará el “cuerpo de Jesús” que resucitó y “ascendió” (subió por sí mismo) o el cuerpo de su madre, la Virgen María que fue “asumpta” (subida por otro) en los cielos?.
Cuando hablamos de “cielos” ¿estamos hablando de “espacios siderales” o no?. ¿Son sólo metáforas?.
“Es que el universo es pluridimensional” y en un plano están…. y en otro plano están…
Ya tenemos a los teólogos pisando a los físicos y compitiendo con ellos hablando de lo que no saben y que sólo creen.
Éstas sí que son DOS dimensiones, dos planos distintos, el Saber y el Creer, y que, ellos, que hablan de las varias dimensiones del universo, sin embargo son incapaces de diferenciar estos dos planos tan cercanos a ellos, pero como incrustados en ellos.
“Es que hay infinitos universos paralelos”.
Pues si son universos y el “universo es el conjunto de…” entonces serían subuniversos del universo. ¿O son sólo universos hipotéticos?. Porque, entonces, no son reales, existentes, y no entran “dentro del Universo”.
¡Oiga¡ Y el universo ¿se expande?.
Sí, como un globo, que al inflarlo, se hincha, se hace más grande, se expande.
Pero…¡oiga!, ¿hacia donde se expande?.
Pues hacia afuera.
Pero ¿hay un “afuera” fuera del universo?. Porque si ese “afuera” fuera real, existente, estaría dentro del universo o, de lo contrario, el universo no sería el “conjunto de todo lo que existe”, porque también existiría un “afuera” existente que existiría fuera del universo. Pero ¿cómo se puede expandir el universo si no hay lugar donde expandirse fuera de él, porque él lo ocupa todo?. Porque si se expande es que ocupa un espacio real, existente, que antes no estaba ocupado, pero que ya estaba ahí y existía. ¿Pero no entraba dentro del universo?.
Un lío ¡oiga¡
Los filósofos… es que no tenemos remedio. Somos así.
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