domingo, 30 de enero de 2011

Murió un Maestro y se fue a las puertas del Cielo

Sabido es, que los Profes siempre van al cielo.
San Pedro buscó en su archivo, pero últimamente andaba un poco desorganizado y no lo encontró entre el montón de papeles, así que le dijo: Lo lamento, no estás en listas..
De modo que el Maestro se fue a la puerta del infierno, rápidamente le dieron albergue y alojamiento.
… Pasó el tiempo y el Profe se cansó de padecer las miserias del infierno, así que se puso a diseñar un Proyecto y un PAC, organizó un Órgano Colegiado, un AMPA, un CEP y manos a la obra: a realizar mejoras... Con el paso del tiempo, ya tenían certificaciones en varias áreas: infierno libre de humo, aire acondicionado, inodoros automáticos, escaleras eléctricas, centro de computo, techado en el patio, recuperación de cuotas atrasadas, círculos de lectura, grupos de alfabetización, todo tipo de becas, festivales, etc., etc., etc. Y así, aquel Maestro se convirtió en la adquisición más rentable en millones de años para el infierno...
Un día Dios llamó al Diablo por teléfono y con tono de sospecha le preguntó: "Y qué, ¿cómo están por ahí, en el infierno?".
- ¡Pues estamos de puta madre! (contestó el diablo); estamos certificados como ibres de humo, con aire acondicionado, inodoros con drenaje mediante sensor infrarrojo, escaleras eléctricas con control automático de carga, equipos electrónicos para controlar el ahorro de energía, internet inalámbrico, festivales y desfiles… Apunta mi dirección de email: eldiablofeliz@ infierno.com por si se te ofrece algo.
- Entonces, Dios, ya mosqueado, preguntó: ¿Qué, acaso tienen un Maestro ahí?
- Y el diablo contestó: ¡SI!
- Entonces Dios le dijo: ¡Pero eso es un enorme error! Los Profesores siempre van al cielo; eso está escrito y resuelto para todos los casos… tienen el cielo ganado. ¡Me lo mandas inmediatamente!
- ¡Ni loco!, (dijo el diablo). "Me gusta tener un Maestro en plantilla en esta organización; así que me voy a quedar con él eternamente".
- "Mándamelo o... ¡TE DEMANDARÉ!"
- Y el Diablo, le contestó por la tremenda carcajada que soltó: ¿Ah Sí? ¿De dónde vas a sacar un abogado o fiscal o juez o político o alcaldesa o administrativa o hasta cura?, ¡si todos los tengo aquí!

Moraleja ¡
hay que entender a los profes; amarlos, bendecirlos y dar gracias a dios por haberlos creado!

sábado, 22 de enero de 2011

SESENTA EN EL SIGLO XXI

Si miramos con cuidado podemos detectar la aparición de una franja social que antes no existía: la gente que hoy tiene alrededor de sesenta años.
Es una generación que ha pateado fuera del idioma la palabra "sexagenario", porque sencillamente no tiene entre sus planes actuales el hecho de envejecer.
Se trata de una verdadera novedad demográfica parecida a la aparición de la "adolescencia", que también fue una franja social nueva que surgió a mediados del siglo veinte para dar identidad a una masa de niños desbordados en cuerpos creciditos, que no sabían hasta entónces dónde meterse, ni cómo vestirse.
Este nuevo grupo humano que hoy ronda los sesenta y pico, ha llevado una vida razonablemente satisfactoria. Son hombres y mujeres independientes que trabajan desde hace mucho tiempo y han logrado cambiar el significado tétrico que tanta literatura rioplatense le dio durante décadas al concepto del trabajo. Esta gente buscó y encontró hace mucho la actividad que más le gustaba y se ganó la vida con eso.

Dentro de ese universo de personas saludables, curiosas y activas, la mujer tiene un papel rutilante. Trae décadas de experiencia de hacer su voluntad, cuando su madre sólo podía obedecer, y de ocupar lugares en la sociedad que su madre ni habría soñado con ocupar.

Esta mujer pudo sobrevivir a la borrachera de poder que le dio el feminismo y en determinado momento de su juventud en el que los cambios eran tantos, pudo detenerse a reflexionar qué quería en realidad.

Algunas se fueron a vivir solas, otras estudiaron carreras que siempre habían sido masculinas, otras eligieron tener hijos, otras fueron atletas, o crearon su propio "YO S.A.". Pero cada una hizo su voluntad.
Reconozcamos que no fue un asunto fácil .

La gente de sesenta maneja la compu como si lo hubiera hecho toda la vida. Se escribe, y se ve, con los hijos que están lejos y hasta se olvidan del teléfono para contactar con sus amigos y les escriben en e-mail sus ideas y vivencias.
Por lo general están satisfechas de su estado civil y si no lo están no se conforman y procuran cambiarlo. Raramente se deshacen en un llanto . A diferencia de los jóvenes los "sexagenarios" conocen y ponderan todos los riesgos.

Nadie se pone a llorar cuando pierde: sólo reflexiona y toma nota.
La gente grande comparte la devoción por la juventud y sus formas superlativas, casi insolentes de belleza, pero no se sienten en retirada. Compiten de otra forma, cultivan su propio estilo...

Ellos no envidian la apariencia de jóvenes astros del deporte, o de los que lucen un Armani, ni ellas sueñan con tener la figura tuneada de una vedette. En lugar de éso saben de la importancia de una mirada cómplice, de una frase inteligente o de una sonrisa iluminada por la experiencia.
Hoy la gente de 60, está estrenando una edad que todavía NO TIENE NOMBRE, antes los de esa edad eran viejos y hoy ya no lo son, hoy están plenos física e intelectualmente, recuerdan la juventud, pero sin nostalgias, por que la juventud también está llena de caídas y nostalgias y ellos lo saben.
La gente de 60 y pico de hoy, celebra el sol cada mañana y sonríe para sí misma muy a menudo... Quizás, por alguna razón secreta que sólo saben y sabrán los de sesenta en el siglo XXI.
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Anónimo.