domingo, 20 de abril de 2008

029 - Notas de un figurante

Sobre mediados del mes de Agosto del 2006, me envió para su lectura, estas notas dónde narraba su experiencia en el mundillo del cine, mi amigo Jesús Almendros. Hoy las he vuelto a ver y pienso que estaría bien colocarlas, para pasar un buen rato leyendolas.


- NOTAS DE UN FIGURANTE -

Rodaje de "Manolete"

Acaba de terminarse en El Puerto de Santa María el rodaje de “Manolete”, la comedia romántica con trasfondo taurino protagonizada por Adrien Brody (”El Pianista”) y Penélope Cruz (“Volver”), acompañados de actores como Santiago Segura, Juan Echanove, Cayetano Rivera Ordóñez ó la británica Ann Mitchell que es Doña Angustias, la madre del torero. Adrien Brody, lógicamente, es Manolete con el que guarda un asombroso parecido. Segura es su mozo de espadas, chófer y hombre de confianza y Echanove, Pepe Camará, su apoderado. Penélope Cruz interpreta a Lupe Sino –Antoñita- su amante, una cantante con aspiraciones de actriz que no fué aceptada nunca por el entorno del torero, sobre todo por su madre, por su comportamiento liberal, su falta de prejuicios, su relación con otros toreros y también, todo hay que decirlo, por ser de familia republicana.











A Lupe Sino no se le permitió entrar a ver a Manolete en su lecho de muerte por temor a que se pudiera llevar a cabo un matrimonio “in articulis mortis”. Muerto el torero, se vio obligada a emigrar a Méjico para huir de la persecución a que fue sometida.

La película la dirige el holandés Menno Meyjes, nombre que a muchos no les sonará, pero que fue el guionista de películas tan conocidas como “El Color Púrpura”, “Indiana Jones y la Última Cruzada” ó “El Imperio del Sol”, todas de Spielberg, así como de otras muchas, entre ellas “El Sueño del Mono Loco” de Fernando Trueba. Como director tiene en su haber 2 películas, “Max” y “Martin Child”.

La producción -20 millones de dólares- es española, de Andrés Vicente Gómez –Lola Films- aunque con participación británica, la fotografía de Robert Yeuman (“Drugstore Cowboy”/”Life Aquatic”), el montaje de Francis Parker, la música de Roque Baños (“Torrente”/”Los 2 lados de la cama”/”Frágiles”/”El Maquinista”) y el guión del propio Meyjes.









La falta de experiencia taurina de Adrien Brody, del Director y de todo el equipo técnico trata de suplirse con los consejos de Espartaco que cumple la función de asesor taurino y la presencia del joven novillero Agustín de Espartinas que dobla al actor en las escenas en que Manolete se enfrenta al toro aunque de cara al mercado internacional se han evitado todas las partes de la corrida que puedan ser consideradas crueles ó sangrientas.

La película se centra en los siete últimos años de la vida del torero, rememorados durante el viaje en coche a Linares donde encontraría la muerte.

Salamanca, Alicante, Carmona, Córdoba, Sanlúcar, Cádiz y El Puerto de Santa María son los escenarios donde se han grabado los exteriores. Estas notas corresponden al rodaje en esta última ciudad donde se han filmado importantes escenas situadas en distintos lugares como Méjico, Barcelona, Bilbao, Linares ó Córdoba.
A primeros de Junio, los días 3 y 4, tuvo lugar el “casting” en El Puerto de Santa María. Hacían falta al menos 500 figurantes y no faltaron voluntarios para presentarse a la selección. El “casting” se realizó en la Bodega de Caballero en la calle Palacio donde se formaron largas colas de aspirantes a formar parte de este circo que es el rodaje de una película, sobre todo si es una película de alto presupuesto como esta. En la cola, caras conocidas de todos los estamentos sociales de la ciudad y venidos expresamente de otros lugares, que la prensa y las televisiones locales se encargaron de divulgar. Para entonces ya se habían celebrado “casting” en otros escenarios donde anteriormente se rodaron otras partes de la película.











En el interior de la bodega, personal especializado informaba a los aspirantes a figurantes las condiciones de contratación. La remuneración no sería muy alta, 35 euros por día para los “extras” y 65 para los “figurantes” que tuvieran algún papel, cura, jefe militar, médico, etc. aunque simplemente se limitaran a aportar su presencia física. La comida sería abundante y de calidad y se aseguraría legalmente a todos los contratados que, por su parte, deberían de firmar la aceptación a que se les cortase el pelo, la barba ó el bigote ó se les colocasen postizos en caso de que fuese necesario.









Después de firmar la solicitud, se nos asignaba un número y se nos hacía una fotografía indicándonos que en caso de ser aceptados se nos citaría telefónicamente.

De pronto, un día, la prensa dio la noticia del comienzo del rodaje sin embargo ningún conocido había sido avisado. A los pocos días empezaron a llegar los avisos telefónicos de forma masiva. La pregunta era “¿Está disponible para acudir al rodaje a partir del próximo miércoles?”. Los días de rodaje serían desde ese miércoles hasta el sábado y quizás algún día mas, pero cada día serían avisados aquellos cuya presencia fuese necesaria y estuviesen disponibles.

Por fin llegó el aviso. Mañana prueba de vestuario en la bodega de Calle Valdés esquina a Bajamar. Allí nos encontramos muchos de los que ya nos habíamos conocido en la cola del “casting” en la calle Palacios. Allí nos enteramos también que ya había habido unos días de rodaje a los que habían llamado a unos pocos figurantes. Se habían rodado escenas en la playa de La Caleta, en Cádiz, simulando escenarios mejicanos y también en el Palacio Orleáns, actual sede del Ayuntamiento de Sanlúcar de Barrameda que por gracia del cine se convirtió en el “Hotel Sur” de Linares de donde Manolete partió para la fatídica corrida donde le esperaba la muerte.

La bodega donde nos citaron contaba con amplios espacios destinados a vestuarios de hombres y de mujeres, peluquerías y salas de maquillaje así como un amplio salón-bar donde siempre había a disposición de los figurantes, agua fría, café, leche y bollería. Nada de alcohol.

Hasta que uno no entra en el interior de este engranaje no se imagina la complejidad de la realización de una película. Es todo un mundo en el que de forma independiente aunque perfectamente sincronizada trabajan distintos departamentos: Producción, Dirección, Decoración y Atrezzo, Figuración, Vestuario, Maquillaje y Peluquería y un Catering encargado de dar de comer cada día a 500 personas.

Según íbamos llegando, nos iban asignando el vestuario correspondiente, en algunos casos por las características físicas y en otros de acuerdo a las tallas disponibles de determinados trajes. La primera clasificación consistió en formar dos grandes grupos, los “elegantes” y los “humildes”. La diferencia fundamental entre unos y otros estaba en el calzado, los primeros llevábamos zapatos y los segundos alpargatas, pero dentro de cada uno de esos dos grupos había grandes diferencias marcadas por llevar ó no chaqueta, chaleco ó corbata ó simplemente sahariana, camisa ó polo y también por llevar ó no sombrero. Había una tercera clase a la que se aproximaban algunos miembros de los elegantes, por abajo y algunos de los humildes, por arriba, que eran los “medio pelo”.

A veces resulta difícil reconocer a un pobre hombre, que hemos visto entrar por la mañana de forma discreta, acobardado, casi encogido para pasar desapercibido, convertido en todo un señor. No solo es el traje, la camisa, la corbata, el chaleco, los tirantes, los zapatos, es la actitud. Él, que se encogía, ahora parece estirarse, mostrarse orgulloso a los demás sin decir nada, en silencio como si quisiera proclamar la falsedad del viejo refrán “el hábito no hace al monje”.
Viendo este mundo se entienden las cifras astronómicas a las que asciende la realización de una película y también esas interminables listas de nombres que aparecen en los títulos de crédito.

El primer día en que yo fui citado nos llevaron a mas de 400 figurantes a Sanlúcar de Barrameda. Fuimos en autobús derechos a la bodega Barbadillo, todos vestidos y peinados a la manera de los años 40. Realmente los hombres no parecíamos tan fuera de época. Seguramente si hubiéramos entrado en un bar, hubiéramos pasado desapercibidos Las mujeres no. Las mujeres se habían transformado de manera sorprendente. Los vestidos que les habían puesto resaltaban mucho mas su feminidad así como los zapatos y sobre todo los peinados, unos peinados imposibles, muy elaborados, realzados con postizos y adornados con pamelas ó sombreros. En las humildes esto era menos notorio.

En el espacioso patio interior de la bodega esperamos durante horas a que nos diesen alguna orden concreta para participar en el rodaje. Se formaron grupos que charlaban animadamente en sillas formando amplios círculos. En lugares estratégicos, a la sombra, se colocaron canastas de plástico con botellas de agua recubiertas de cubitos de hielo para mantenerlas frías.

Al cabo de un tiempo, al fondo del patio, se formó una animada juerga. Curiosamente casi todos lo que participaban en ella estaban caracterizados como “humildes”. La organizadora parecía ser una mujer de unos cuarenta años, simpática, muy habladora, con ese habla tan característica de El Puerto en el que las palabras se apresuran tanto que se atropellan unas a otras, morena, con bata y alpargatas. Resultó ser Ana María López Camacho, Ana para todos. Al parecer trabajaba en la limpieza de obra de los “Supermercados Mercadona” y cuando se construían, hacía también de peón de albañil. Se enteró del “casting” por una emisora de T.V. local. No podía permanecer tanto tiempo quieta, tranquila, en silencio, por eso empezó a cantar por “sevillanas” y a su voz se unieron otras muchas y en un santiamén se había organizado un bullicioso baile animado por canciones cantadas “a capella” acompañadas de palmas.

De pronto una mujer, alta, de mediana edad, vestida de “elegante”, es decir, con bonito vestido, altos zapatos de tacón, complicado peinado y sombrerito, se unió al baile. Ana, erigida en jefa de la fiesta, la aceptó y dijo a todos: “Esta es Doña Pilar y aunque es una ricachona es una de las nuestras”. “Doña Pilar” era Pilar Calvo, natural de Palencia, con 16 largos años de estancia en El Puerto. Había fundado la Casa de Castilla y había trabajado de presentadora en varias televisiones locales. Enamorada del flamenco era también monitora de actividades artísticas. La acompañaba su hijo Víctor Martínez, un mocetón de 24 años, actor.

En la espera, charlando, se van haciendo amigos. José Antonio Luna, trabaja en Puerto Sherry, asiste todos los días al rodaje, le gusta y piensa repetir si tiene ocasión para hacerlo. Javier Vidal, su amigo, al que entre ellos llaman el “Subdirector”, otros dos “colegas”, Manolo Suano y Alberto. Comemos juntos, nos sentamos a la sombra, en los tendidos en las largas esperas y charlamos. Ignacio Valimaña, Nacho, no para de hacer fotos. También es amigo de todos. Con su bigotito recortado y su sahariana celeste se le ve en todas partes. Tiene una página “web” donde todos tratamos de encontrarnos en alguna de las fotografías que allí guarda. Mercedes Algeciras Ferrero tiene 48 años. Es cuatro veces abuela y sus sueños de actriz se quedaron apartados en un rincón mientras actuaba de esposa, madre y abuela. Quedaron lejos los días en que, con solo 16 años, actuaba junto a Paco Teja en el Teatro Principal de El Puerto de Santa María. Fue año y medio de actuaciones, de comienzo de una carrera que se truncó como tantas y tantas otras, pero los sueños permanecen y esta ha sido la oportunidad para revivir un poco aquellas ilusiones juveniles.

Por fin nos dieron las primeras órdenes de trabajo. Debíamos dirigirnos a una calle próxima a la bodega. Nos encontramos un cruce de calles estrechas con blancas casas con balcones engalanados con banderas españolas, portalones, rejas y en las paredes, carteles de películas de la época y anuncios de productos ya olvidados. Atravesando la calle, de balcón a balcón, cuerdas con banderolas y farolillos. Nos dijeron que aquello era Linares y que estaba celebrando su feria. Llenábamos la calle. En un extremo, un “Buick Eight”, color azul, descapotable, todo un clásico de la época. Al volante, Penélope Cruz. Dos mecánicos tratan de mantener el coche preparado para la escena y evitar que se “calase”. Penélope está nerviosa. Yo estoy a lado suyo de pié, junto a otros muchos, fuera del coche. “Me da miedo acelerar y atropellar a alguien”, nos comenta. Se supone que acaba de enterarse de la cogida y trata de llegar a la Plaza de Toros, pero la multitud le impide avanzar. En un determinado momento, abandona el coche y continúa a pié, abriéndose paso entre la gente que disfruta de la Feria ajena al drama.

Penélope, aparte de guapísima, está muy simpática. Saluda y sonríe a todo el mundo y se presta a hacerse fotos con todos los que se acercan a ella. Ana, la de la juerga, pasa una y otra vez ante ella con su padre, un hombre mayor, de pueblo, con sonrisa inocente. Una de las veces no aguanta y le dice: ”Penélope, perdone Vd. que es que mi padre quería conocerla”. Penélope les sonríe y les da la mano.

Este hombre de pueblo, mayor aunque no tanto, un anciano a pesar de todo, como Gregorio, como José Antonio Macías, de sonrisa inocente, no era, naturalmente, padre de Ana. Era Francisco Sena García de 72 años. Fue al “cásting” junto a Gregorio Otero González, apenas 60 años, marinero jubilado, José Antonio Macías Mena, 84 años, exnovillero y José Mª. Bohórquez Delgado, 42 años, en paro, inducido como los otros por una “voluntaria social”, Mila, de “Sol y Vida”, un comedor benéfico situado en la calle San Bartolomé. Allí acuden hombres y mujeres desasistidos, sin arraigo familiar, necesitados de un lugar donde sentirse personas, comprendidas, respetadas. Francisco Sena García, el anciano de pueblo de sonrisa inocente, acude acompañado de un hijo. Otros dos se han quedado en el camino, rotos por la droga. José Antonio Macías cuenta orgulloso que el Ayuntamiento ha publicado una página sobre él en una revista.

Gregorio, al que algunos llaman “Palustre”, tiene un cuerpo retorcido como los troncos viejos de los acebuches. De su estrecha cintura parten unas piernas que parecen ignorarse y que a no ser por la ayuda de una muleta que nunca le abandona le harían, inevitablemente, caer al suelo. Como en los colegios, hay niños crueles, hombres adultos en este caso, que disfrutan poniendo en evidencia al mas débil, al que mas desapercibido quiere pasar y en las horas de espera ó de descanso después de comer ó antes de comenzar el rodaje, siempre se oía una voz que en tono provocador y ofensivo, gritaba “!Palustre! y ante la indiferencia de Gregorio, el grito se repetía una y otra vez, como pidiendo la complicidad de otros para todos juntos, reirse del enfado de Gregorio que casi siempre terminaba en pié, muleta en ristre, amenazante, buscando entre los adormilados y aburridos figurantes, al autor de los gritos.

La escena del “Buick” conducido por Penélope Cruz entre la gente que llena las calles de Linares durante la Feria, se repite varias veces, siete, ocho, no se. Después de cada toma, la voz de Jorge Calvo, Ayudante de Dirección: ”Todos a sus posiciones iniciales”. Menno Meyjes, el director, es alto, muy alto, delgado, siempre con un “foulard” rodeándole el cuello. Él nunca se dirige directamente a los figurantes. Habla con Robert Yeuman, el cámara. Da instrucciones sobre el encuadre, da instrucciones a los actores y después le transmite a Jorge como debe organizarse el plano, el atrezzo, los figurantes y Jorge lo pone en práctica. Jorge ya ha hecho de Ayudante de Dirección en otras películas, como “El Portero”. Dice que lo peor de esta película es la difícil relación con el Director. No mala, pero difícil, tensa. Cuando al final la voz de Jorge dice: ”Chequeando….¡Es correcta!. Compañeros, hemos acabado”, un estruendo de aplausos pone fin al esfuerzo realizado.

Ya en el autobús, de regreso a Vestuarios, los muchachos de figuración nos indican que los que hemos recibido aviso para presentarnos al día siguiente, deberemos de hacerlo en la Calle Valdés a las diez de la mañana. Va a ser una escena con pocos figurantes, apenas treinta.

Efectivamente es un día tranquilo. Se trata de formar parte de los aficionados que a la salida de los toros, siguen a Manolete que abandona la plaza en coche en compañía de Lupe Sino. Todos quieren tocarlo, hacerle una foto, verle. La cámara va en el interior del coche, junto a Adrien y Penélope y a través de los cristales filma a los aficionados que le persiguen, que le gritan lo grande que es y que le piden un autógrafo. Como siempre, la escena se repite varias veces. Hay que correr detrás del coche, pegados a los cristales. A cada toma se hace mas difícil y los figurantes perseguimos el coche con menos ímpetu. Finalmente se escucha la esperada voz de Jorge: “Chequeando…¡Correcta! Hemos terminado”….. Hemos terminado la escena, pero no la jornada. Entramos en los talleres profesionales de SAFA que es donde se ha organizado la zona de descanso y los comedores. Allí nos concentraremos los próximos días que rodemos en el interior del Coso taurino. Las horas, lentas, calurosas, aburridas, se prestan a la conversación, al intercambio de opiniones. De forma espontánea se organiza otra fiesta, se canta, se baila, se cuentan chistes, el encargado de la capilla de la Aurora, convertido en elegante y serio señor aficionado a los toros, se arranca en medio del corro de palmeros y da unos inspirados capotazos al ritmo de un Alegre pasodoble. Los chicos y chicas del “casting” se suman a la juerga. Les encanta el ambiente que siempre se respira entre el numeroso grupo de figurantes y muchas veces tratan de integrarse en él. A las siete de la tarde nos dicen que ya no haremos nada ese día pero al día siguiente debemos estar en el Vestuario a las siete de la mañana. Va a ser un día duro.

Casi quinientas personas nos reunimos en el Vestuario. Cada uno ya sabe su número de percha y de 5 en 5 ó de 10 en 10, nos van haciendo pasar. Nos vestimos y después pasamos a engrosar las largas colas de peluquería y maquillaje.

Todo el equipo de Figuración nos atiende. Pertenecen a una subcontrata, “Agencia 2.001”. Son todos chicos y chicas de entre 25 y 30 años, Penélope, Raquel, Virtudes, Mamen, Elena, Luís, Raul… La Jefa es Ángela, una asturiana de Gijón que sabe como hablar al personal, como elevarle la moral. Dice que somos los mejores figurantes con los que nunca ha trabajado. La palabra “compañeros” es la mas usada para dirigirse todos ellos a nosotros. Luís y Raul suelen hacer de “pastores”. Deben de conseguir que nos mantengamos todos juntos, tanto en vestuarios, como en los autobuses ó en los lugares de rodaje ó de descanso. Aunque estemos horas sin hacer nada, ninguno puede abandonar el lugar en el que se encuentra el grupo. Ángela es delgada, inquieta, siempre jugando con una pequeña pelota a la que golpea una y cien veces con los pies, las rodillas, la cabeza ó los hombros intentando que no se caiga al suelo.

Ya nos vamos conociendo todos. Somos como personajes del “Gran Teatro del Mundo”. Llegamos cubiertos con una piel y cuando salimos nos miramos unos a otros como sin reconocernos. Hay casos en que el traje ha coincidido con la personalidad del que lo usa y el resultado es perfecto, lógico. Luís Garrido Quijano, abogado del Ayuntamiento, ha pedido unos días de vacaciones. Es un señor y hace de señor. No tiene que actuar. Lo pasa muy bien y dice que si hay mas rodajes, repetirá. Mi gran amigo, Paco González Luque, Catedrático de Historia del Arte, por el contrario, no soporta las largas esperas, la sensación de sentirse secuestrado, el no poder darse un salto a su casa, a escasos cien metros, para tomarse un “cafelito”. Va dos días y no vuelve. Inés Baena Ríos, de Jerez, con 30 años ya de estancia en El Puerto. Es ama de casa y fue al “casting” animada por su hijo. Le cansan las largas esperas pero si hubiera mas rodajes, repetiría. Nuria Contreras tiene 32 años y mide 1,75, pero con tacones supera el 1,80. Cuando llega por las mañanas es una chica joven, moderna, que prepara oposiciones para policía local. Después de pasar por vestuario, peluquería y maquillaje, es una señora de porte impresionante que llama la atención y de hecho la llama tanto que la colocan en todos los ángulos posibles. Ella y su amiga Margarita, las dos elegantísimas, formaban una pareja espectacular y resultaba muy fácil localizarlas entre los 500 figurantes sentados en los tendidos. Juana González, conocida presentadora de las televisiones locales de El Puerto es también una elegante señora a la que podríamos llamar “la dama de rosa”. Con solo cambiarle el sombrero puede pasar de un tendido en la plaza de toros de México a una barrera en la de Bilbao, porque en la Plaza de toros del El Puerto se han filmado para la película corridas en México, Barcelona, Bilbao, Cádiz, Jerez ó el mismo Puerto de Santa María.

Había que rodar unas escenas en la Plaza de Toros de Méjico y se montó un tendido que simulaba ser de aquella plaza. Otras escenas correspondían a una corrida en Barcelona y los anuncios colgados de las barandillas de los balcones cambiaban como por encanto invitando al consumo de productos catalanes ó vascos cuando el tendido simulaba ser de la Plaza de Toros de Bilbao. En el Palco de Honor, el Escudo nacional del Régimen, con el águila –la gallina, decían algunos- y muchas banderas rojas y negras con yugos y flechas. Como no podía ser de otra manera, en el Palco, las fuerzas vivas de la ciudad. El Alcalde, el representante de las fuerzas armadas, un coronel, damas de la buena sociedad, entre ellas, Nuria con mantilla blanca y peineta y otra señora, elegantísima, también con mantilla, negra en su caso, a la que habíamos visto en Sanlúcar con una bata, moño y una espuerta en la mano. Era Maribel Campos de El Puerto de Sta. Mª. Para completar el cuadro, varios falangistas con uniforme.

El figurante elegido para se el coronel situado en el palco, es Francisco Tierno Mateos, camionero, de 66 años. Tiene un porte y una voz que da perfectamente el papel. Le encargan que en un momento determinado mire con los prismáticos a Penélope Cruz que está en una barrera. Por lo visto es una mujer a la que conviene vigilar por sus antecedentes familiares y sus amistades. Otro militar es Eugenio Noceda, de Vigo, hace de Capitán. Lleva 3 años viviendo en Jerez y ya ha participado en el rodaje de “Lola”. Uno de los falangistas es Jorge Luís Borrego. Le llaman el Pibe. Es argentino. Para él lo de falangista, ni por edad ni por nacionalidad, significa nada. Trabaja en una pizzería y fue al “casting” de Carmona. Allí no le llamaron pero le dijeron que si quería ir al Puerto le darían un puesto. Y se vino. Otro falangista es Jorge Luís. Ya estuvo rodando en Carmona. Ahora está en El Puerto.

La espera se hace larga. El Sol aprieta fuerte. Los chicos y chicas de Figuración reparten constantemente agua fría y pasan entre los figurantes botes de crema solar para protegerse. También entregan paraguas plegables. En el ruedo preparan las cámaras, los focos, los toldos sujetos a grandes armazones y elevados por grúas para dar sombra a algunas zonas. Espartaco da instrucciones. Juan Echanove entra y sale del ruedo y cada vez que lo hace la gente le dedica un aplauso. Es evidente que le encanta. Hace gestos al resto del equipo, encogiendo los hombros y abriendo los brazos como diciendo “que quereís, me quieren”. De repente empiezan a sonar las palmas y la gente empieza a cantar. Suena a Carnaval. Isabel Brenes, de Cádiz, es una de las animadoras. Estaba de visita en El Puerto en casa de unas amigas cuando se enteraron del “casting”. Se divierte mucho. De repente se escucha una voz joven potentísima. Es Guillermo Lora, 23 años, del Coro de Julio Pardo, uno de los que mejores voces tiene de todo el Carnaval, dice con orgullo. Vive en Puerto Real. Cuando se “pica” saca la voz y tira pa´rriba aunque se rompa la garganta. Ya ha estado de figurante en “Besos para todos”, “Muere otro día”, “El Capitán Alatriste” y ahora esta, “Manolete” y en Agosto, otra mas, “La Carta Esférica” para la que espera que también le contraten.

En el ruedo está ocurriendo algo. José Antonio Macías Mena, uno de los tres ancianos del rodaje, aquel que les decía que había sido novillero en los años 80 compitiendo con Riverita, Mateo ó El Niño de Tejada, ha bajado al ruedo y provisto de un capote se ha puesto a dar pases jaleado por todo el público que llena el tendido y por el equipo técnico, incluido Espartaco. Los aplausos, los ¡olés! y los gritos de ¡torero!, ¡torero!, le hacen vivir un instante de gloria, corto pero intenso.

A las doce los muchachos de Figuración reparten bocadillos y refrescos. En los tendidos se oye fuerte y vibrante la voz de Ana: “¡Doña Pilar, míe Usté!, ¡de jamón!, ¡A las ricachonas, de mortadela!, ¡Nosotras jamón!.

En los tendidos hay varios guardias civiles, de los de antes, con tricornio. Uno de ellos es Manuel Malpartida Morilla. Fue taxista. Ahora vende electrodomésticos en “El Paseo”. Está emocionado con su traje. Su suegro, ya muerto, era guardia civil. Sus dos cuñados también. Llegar a casa y decirle a su mujer que por unos cuantos días él también era guardia civil fue una gran satisfacción. Su mujer se emocionó mucho.

Por fin se empiezan a rodar. Manolete está toreando. Penélope en la barrera. Con la ayuda de Espartaco da pases, de pecho, manoletinas, entra a matar. Todo sin toro. La cámara solamente le retrata de medio cuerpo. Desde los tendidos, los figurantes, público, debe de jalear la faena, gritar ¡Olé! A cada paso, aplaudir, levantarnos como impulsados por un resorte, pero la cosa no funciona. Adrien no tiene ese “pellizco” que hace falta para que el público reaccione. A Jorge se le ocurre poner a Cari, la auxiliar de dirección, a dar los pases para conseguir que reaccionemos adecuadamente. Cari es una romana rotunda, de generosas proporciones, siempre sudorosa por el calor, con ropas ligeras que deja caer con desaliño porque le estorban. Con ese aspecto tan poco taurino, da los pases que Jorge le pide y la cosa funciona. Los ¡Olés! salen espontáneos y seguros de las gargantas de todos nosotros. Dos muchachos de campo, entusiasmados por la faena del torero, le regalan unas palomas. Adrien coge una en cada mano, cruza los brazos sobre el pecho y después los eleva al cielo dejando volar a las palomas. Esto es lo que se pretende pero la cosa resulta complicada. La escena se repite hasta veinte veces. Las palomas no vuelan, se limitan a dar un saltito y se quedan en el hombro ó en la cabeza del torero. Finalmente se consigue el efecto deseado y la voz de Jorge repite “Chequeando…¡Es correcta! Compañeros, hemos terminado”.

A la salida de la Plaza de Toros veo a Penélope Cruz en el Callejón haciéndole fotos a Gregorio, el Palustre. Al día siguiente le pregunto que como ha sido eso y él me dice que es que ya la conocía, que la había visto una vez en Madrid y se lo había dicho. “¡Y como no ha venido a verme antes!” había dicho ella. Luego le había preguntado si no le importaría que le hiciese unas fotos. Quería llevarlas a Nueva York para que las vieran los americanos.

El siguiente día también rodamos en la plaza de Toros. Penélope Cruz en la barrera junto a Cayetano Rivera Ordoñez. Manolete en el ruedo. Se ve claramente que no le gusta la compañía que se ha buscado Lupe Sino. Penélope y Cayetano se van. Hay que rodar la escena desde diferentes ángulos. Algunos figurantes deben de entrar, otros salir.

Aún hay varios días mas de rodaje en la plaza de toros. Escenas con toros de verdad. Agustín de Espartinas “dobla” a Adrien Brody. Es curioso ver al joven diestro con gruesos lunares pintados en el rostro. Son las referencias necesarias para que los especialistas en efectos digitales coloquen la cara del actor en lugar de la del joven torero. La faena es complicada porque se torea de “mentirijillas”. No hay sangre, las banderillas no pinchan y el estoque no mata. La cámara se sitúa dentro de un contenedor blindado para protegerla de las embestidas del toro. De repente el toro, que no entiende de cine, ni de trucos, arremete contra las tablas y se cuela en el callejón con el consiguiente susto para los que allí están que corren alarmados hacia los tendidos.

Al día siguiente, domingo, no se rueda. La próxima semana no se requieren figurantes. Se rueda en el nº 124 de la Calle Larga. Es la casa de Doña Angustias. También rodarán en los jardines de la antigua discoteca Joy Sherry. Por allí paseará triste el torero.

A finales de esa semana nos llamaron para rodar el martes y miércoles siguientes.

En el rodaje de esos dos últimos días se incorporó Paco Crespo, el conocido actor portuense y hombre relacionado con todas las actividades teatrales de El Puerto de Sta. Mª. Cuando le llamaron estaba de gira con “Miles Gloriosus”, la obra que él protagoniza. Estaba en Cuenca y después se fue a Portugal. Ahora le habían vuelto a llamar y no había desaprovechado la oportunidad aunque a las cinco de la mañana debería salir para Lérida para continuar la gira.

Desde el primer día tuvimos con nosotros a una joven pareja realmente encantadora. Ella era Maribel Baza Espinosa, de 23 años, él, David Toro Ordoñez, de 19. Ambos de Dos Hermanas. Ella trabaja en un vivero, él es estudiante. En Carmona se enteraron del rodaje de la película pero allí no había sitio para ellos. Ni cortos ni perezosos se vinieron a El Puerto donde tuvieron que alquilar una habitación de un Hostal. Pronto se hicieron conocidos y queridos por todos. Eran como la pareja del Romance Anónimo que canta Rafael. No eran primos como en el Romance Anónimo, ni siquiera novios, “solo amigos”, dice Maribel y David sonríe. El muchacho no se despega de ella desde que llegan hasta que al final del día se van. Ella es muy guapa, podría ser actriz, a lo mejor quiere intentarlo. Cada día la visten de manera diferente, pero siempre está guapa y él siempre la mira como embobado. “Solo amigos”, dice ella y él sonríe.

El día siguiente es duro también. Otra vez a la plaza de toros, pero solos. Ya no está Penélope. Ya no está Adrien. Solo el equipo técnico y nosotros, los quinientos figurantes. Debemos de rodar reacciones ante las distintas faenas del torero. Aplausos, ¡olés!, broncas, gritos de ¡Torero¡, ¡Torero!.

Entre toma y toma la gente se anima y forma otra juerga. Los miembros del equipo técnico, Director incluido, se convierten ahora en espectadores y se unen desde el ruedo a la fiesta. Tocan palmas, se ríen, aplauden. Se descarga tensión, se relajan los ánimos y se vuelve al trabajo.

El miércoles 12 de Julio fué el último día de rodaje. Fue un día emocionante. Nos habían dicho en varias ocasiones que cuando fuesen a rodar el Funeral a Carmona iban a intentar que les dejasen llevarnos a nosotros en autobuses como figurantes. Por lo visto estaban encantados con nosotros. Pero cambiaron los planes. El Director descubrió el Castillo de San Marcos y pensó que era el lugar ideal para celebrar el funeral. Desde la bodega de la calle Valdés fuimos todos caminando hasta el Castillo y allí, en la bodega Caballero, esperamos el momento del rodaje. El féretro estaba en la pequeña capilla acompañado por los mas allegados. Después se formó la comitiva.

El Sacerdote con la cruz en alto acompañado de dos monaguillos abría el desfile. Detrás, la cuadrilla llevaba a hombros el ataud. Tras él, Juan Echanove con Doña Angustías. Detrás gente llorando, casi toda de luto. Algunas mujeres llevan flores. Diego Cancela, ingeniero informático, treinteañero de El Puerto, lleva una de las coronas de flores. Se presentó al “casting” cuando estaban a punto de cerrar el último día. Lo hizo para acompañar a su hermana cuyas amigas se habían presentado anteriormente. Ni a su hermana ni a sus amigas las llamaron. Solo a él. Nunca pensó que celebraría su 31 cumpleaños rodando una película. A la Salida del Castillo, un grupo grande de gente esperamos la salida del cortejo. Todo está en silencio. Desde lo alto de las almenas del Castillo tiran pétalos de rosas. Alguno, al pasar la cruz, se santigua. Otros tocan el féretro. Es un momento de gran emoción. Santiago segura está desencajado. Su aspecto físico no tiene nada que ver con ese “cutre” al que últimamente nos tiene acostumbrados. Lo mismo que Juan Echanove y por supuesto, Doña Angustias. La comitiva debe salir varias veces, como siempre. Después de cada plano, unos hombres recogen los pétalos del suelo para volver a utilizarlos. La escena resulta del gusto del Director: “Chequeando….¡La toma es correcta! Compañeros, hemos terminado.” Aplausos, huele a despedida. Nos reúnen en el patio interior del Castillo, hombres a un lado, mujeres a otro. Formamos dos abultadas filas. Desde lo alto de la escalera, Cari corta las filas en dos “Desde el hombre de sombrero y bigote, hasta el final ¡A casa!, desde la mujer de mantilla y cuello blanco hasta el final ¡A casa, compañeros!. El resto pasar a la bodega. Os daremos un bocadillo y refrescos. Tenemos que esperar a que anochezca. Otra vez la larga espera, los corrillos, los cambios de impresiones, los comentarios.

Cuando empieza a caer la tarde nos llevan en fila a la calle La Palma. Desde las 7 Esquinas hasta la calle Sol, el suelo está cubierto de arenas y algunos hombres esparcen con escobas. La unión de la plaza Juan de la Cosa con la calle La Palma está cortada por barandillas tras las cuales numerosos personas esperan para ver el rodaje. Nos sitúan en la zona mas próxima a las 7 Esquinas y allí colocan a unos enfermeros con una camilla donde yace el torero ensangrentado. Los enfermeros, ayudados por hombres de la cuadrilla llevan en volandas al torero hacia la calle Sol donde se supone que está la enfermería. Todos corremos junto al herido. Estamos nerviosos, angustiados, es una lucha contra el tiempo. El torero se desangra. La cámara, quieta espera al final de Palma, pasada Juan de la Cosa, cerca del Palacio Valdivieso y una y otra vez ve acercarse al tumultuoso grupo acompañando al torero. “Chequeando….¡Correcta! Hemos terminado…¡Hemos terminado la película!”. Se había dado la última vuelta de manivela. Aplausos, Jorge se sube a una escalera y nos dice “Compañeros, el Director está emocionado. Quiere daros las gracias a todos y deciros que sois el mejor equipo de figuración que jamás ha dirigido!”.

Espartaco sube a Menno Meyjes a sus hombros y lo lleva entre aplausos a la Plaza Juan de la Cosa. Otros hacen lo mismo con Jorge y con Yeuman y hasta con Juan Echanove. Nos hacemos fotos. Todo el equipo se concentra ante la puerta de la farmacia. Se abrazan, algunos lloran. Es el final, la despedida. José Antonio Macías Mena aprovecha para estirar su delgado cuerpo y dar unos pases con un inexistente capote ante el grupo. A lo lejos, perdiéndose por la calle La Palma hacia las 7 Esquinas, se aleja la figura inconfundible de Gregorio con sus andares en tres tiempos, en una difícil sincronía entre sus dos piernas y su muleta. En un rincón, David y Maribel, abrazados, contemplan la escena. La gente empieza a marcharse y el silencio vuelve a este rincón de El Puerto de Santa Mª., al Castillo de San Marcos, a las 7 Esquinas, a la calle La Palma, a la calle Sol, al Palacio Valdivieso, a la plaza Juan de la Cosa, que por una tarde se han convertido en Estudios de Cine.
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Por : Jesús Almendros (Puerto de Santa María) - Cádiz

sábado, 19 de abril de 2008

028 - Comentario a : "Eso no es problema" y "Un mensaje a García"

Comentario recibido de Tomás Morales, en réplica a los articulos que dias pasados colgué en este Blog., titulados "eso no es problema" y "un mensaje a García", dentro del apartado 025-"DOS ARTICULOS CON FUNDAMENTOS" y que publico a continuación, como siempre nos invita a la reflexión, os recomiendo leais antes los textos mencionados anteriormente si no lo habeis hecho, para después leer este.


“ESO NO ES PROBLEMA”. “UN MENSAJE A GARCÍA”.

Tomás Morales Cañedo

¿Qué problema?. Ya lo he solucionado.
¿Que dónde está García?. Eso no es problema. Eso lo soluciono yo.

Eres el trabajador ideal. El deseado, el buscado, el que no va a ser despedido, el que no va a andar errante (o sea en el paro) buscando trabajo. Porque reúnes las dos grandes virtudes del trabajador: trabajar mucho y bien y de muchas maneras y obedecer al jefe sea lo que sea lo que el jefe mande.

Cuando yo era un pequeñajo el cura del pueblo nos daba un pequeño librito titulado “el buen cristiano”, que era el que se comportaba tal como quería la Iglesia, el Papa, el cura, y el que “siempre” obedecía a la autoridad, fuera el padre, el alcalde, el maestro, el médico…. las autoridades. El primer y gran pecado fue el de la desobediencia (luego vendría el del sexo).
Igualmente en el fábrica está el “catecismo del buen trabajador” que es el que todo lo arregla (“no hay problema”) y el que obedece al jefe, aunque éste le mande que le lleve “un mensaje a García”.

El cura te promete la vida eterna, cuando te mueras.
El jefe te promete el diploma de “buen trabajador” y te pondrá como ejemplo a todos los que vengan detrás, serás el modelo a imitar, te promete vida, después de tu muerte, estando en la mente de los trabajadores que te sustituirán.

Cada uno de los DOS artículos incide/recalca una de las “virtudes del buen trabajador”.

Uno de los modos de educar es la “educación por modelos, por imitación”. Esto se hace en la escuela y en la vida. Se le proponen al niño/al trabajador modelos ideales a los que imitar. Tú no tienes que hacer nada más que lo que el modelo hace y te convertirás, tú también, en modelo.

En mis tiempos de niño había varios modelos. El Cid Campeador, luchando contra los moros, (aún recuerdo aquel librito “Escudo imperial”), Los Reyes Católicos, que unificaron España, cristianizándola y conquistando el “Reino moro de Granada” expulsando a “moros y judíos”, adoradores de falsos dioses. José Antonio Primo de Rivera, muerto en la cárcel, por los ateos comunistas, por querer salvar a España de las garras de “el comunismo y del liberalismo” y, naturalmente, Francisco Franco, vencedor en la Cruzada, contra la conspiración judeomasónica, el comunismo y la nefasta democracia republicana, salvando, así, al pueblo español.

El cura nos daba las vidas de los santos, a imitar. Yo recuerdo, ahora mismo, a tres: a Santo Domingo Sabio, al Santo Cura de Ars y a Fray Escoba.

El jefe de la empresa también propone modelos laborales a imitar por sus trabajadores. El trabajador ideal a imitar es el que no sólo no le crea ningún problema al jefe, sino el que le soluciona los problemas que puedan surgirle a la empresa.

Como casi siempre se recurre al modelo maniqueo: hombre bueno vs hombre malo. En este caso “obrero bueno vs obrero malo”. Naturalmente, en el trabajo, como en la vida, como en las películas, todos nos identificamos con “el bueno”.

El obrero bueno realiza bien no sólo su trabajo, su actividad, en el departamento de ventas, currando las X horas diarias, sino que también se lleva a casa los problemas para poder seguir trabajando en ella(en la casa) en ellos (los problemas) trabajando de otra manera (con la imaginación).

Una de las partes fundamentales, no sólo de la ciencia, sino también, y sobre todo, de la inteligencia es la imaginación, que es la que te permite ensayar hipótesis “imaginarias” hasta dar con la adecuada como solución al problema.

Eso sí, el empresario sólo te pagará la actividad de la fábrica, no el “trabajo imaginativo” de la casa.
Habrá que pasar, luego, “del pensamiento a la acción” pero yo no te abono el pensamiento, aunque a mí me interesa que “pienses”.
Y si estás enfermo, sigue “pensando, imaginando, trabajando” para mí desde la cama, solucionando “imaginativamente” los problemas que surgen o puedan surgir en mi fábrica.

El trabajador podría decirle “póngame en el departamento de investigación” en vez de en el “departamento de ventas”. Y el jefe le diría que siga “vendiendo” y siga “pensando, imaginando” porque éste es un trabajo hecho y no remunerado. Marx lo llamaría explotación laboral. El jefe lo llamará “excelencia en el trabajo”.

“Exprimido” pero “modelo a imitar”. El hombre, únicamente, como “animal laboral productivo”.

El Mensaje a García recalca el otro aspecto, la otra virtud(¿) del trabajador ideal, la obediencia al jefe.
¿Recuerdan?. Artº. 1º: “El Jefe tiene razón”. Artº, 2º: “El Jefe siempre tiene razón”; y Artº. 3º: “Si, (alguna vez), el Jefe se equivoca, se aplican los artículos 1º y 2º.

Héroe, pues, es el que cumple la voluntad del jefe, sea la que sea, aunque sea la de “llevar un mensaje a García” Pero “García” no existe, “García” es “cualquier persona” y el mensaje es “cualquier cosa”. Lo importante, lo fundamental, no es ni el destinatario, ni el mensaje, sino TU obediencia. No hay mensaje, no hay destinatario. O, mejor, tú eres el destinatario de un mensaje llamado “obediencia”

Sería absurdo que García existiera y no te dijera la dirección. “Págueme Ud., jefe, por adelantado, las dietas, los desplazamientos, la manutención, los gastos anejos…. y yo buscaré a García que ni sé dónde está ni el tiempo que tardaré.

Es la obediencia total y absoluta la conducta ideal del trabajador.

Tú TRABAJAS (mucho, bien, para mí, siempre, en cualquier lugar), tú OBEDECES (siempre y en todo) y serás el seleccionado, el deseado, el buscado, el ideal, el modelo.

La disyuntiva es clara: o haces esto y así o serás un errante (un parado). O sea “conmigo, aunque yo te mate” porque “sin mí te vas a morir”. O sea, a fin de cuentas, se está hablando de tu muerte.

¡DIOS¡ ¡Qué forma tan sibilina de ocupar la conciencia¡.
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Por Tomás Morales Cañedo

027 - Pensamientos y reflexiones - Abril

No he podido resistir la tentación, desde hace unos dias Tomás Morales (filósofo) me está enviando textos a cual más interesante, después de leerlos me he dicho ¿por qué no compartirlos? y dicho y hecho ahí van, las lecturas de sus escritos son emriquecedoras y lo más importante nos hacen pensar.
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SI YO HUBIERA SIDO DIOS….
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(Un día de primavera, en la terraza, mirando el mar)

Si yo hubiera sido Dios habría hecho muchas cosas al revés. Por ejemplo, la vida de los hombres.

Siempre he dicho que la vida es como un paseo, mejor que como una carrera.
En una carrera tienes que esforzarte y rivalizar con los otros para llegar antes que ellos.
Una carrera siempre es competición, si no, es simulacro. Eso de que “lo importante es participar” lo dicen los perdedores.
La vida es/debe ser como un paseo. ¿Y qué ocurre al final del paseo?. Pues que te sientas, te relajas, te tomas una cerveza con aceitunas con sabor a anchoa… unas tapitas……y continúa el placer, aunque de otra manera.
Qué ocurre al final de la carrera?. Pues que, seguramente, has perdido, porque siempre hay un hijo….. que se te ha colado por la derecha o por la izquierda y… Por perder, perder, has perdido hasta la respiración y lo único que te apetece tomar es aire. Y todo para nada.

¿Y la vida?. ¿Qué ocurre al final de la vida?. Pues que te mueres. La muerte. Y esto sí que es una putada, además de una injusticia.
Se vive durante tanto tiempo (y más en nuestros tiempos) para que luego, al final, ¡pum!, la muerte. ¡Joder!.
Como si la muerte fuera un premio, un diploma, un título, un bonobús. ¡Oiga!, una esquela no es un título, sino el último ultimátum, el finiquito firmado por nadie. El “sanseacabó” y punto.

Oiga, esto no es serio.

Si yo hubiera sido Dios habría programado la vida de los hombres al revés, caminando hacia atrás.

El primer paso sería estar muerto y, a continuación, abrir los ojos y empezar a vivir, pero desde atrás.
Y ¿con qué me encuentro?. Pues en una silla de ruedas. Anciano más que viejo, dependiente, en un asilo. Con visitas dominicales de la nuera que ya está hasta el moño de que aún esté yo aquí y ella ahí, sin ver un duro.
Pero ves cómo te levantas de la silla de ruedas, y dejas las muletas, y comienzas a andar, como Lázaro el día del milagro, y paseas, y juegas al tute y al dominó, y te cagas en los millonarios vestidos de blanco que corren tras un balón, y te ves jurando por la cobertura de tu móvil que no volverás a…. y te ves descumpliendo años y celebrando todos los “descumpleaños”, rodeado de amigos y amigas cada vez más jóvenes, asistiendo al milagro de ver cómo los pechos de ellas han empezado a colgarse y pasan de la forma melonácea a la limonácea, con el wonderbrá (¿cómo se escribirá este artefacto?), con los pezones apuntando, desafiantes, al cielo; y a ellos ver cómo se levantan, devuelven también las muletas, le pegan en el culo a las cuidadoras y se comen, con la vista, a las enfermeras en práctica. Y el guiñapo flácido y recogido, como avergonzado o humilde, comienza a empaquetarse.

Deberíamos nacer, por ejemplo, con 95 años. Una buena edad, con el oído y la vista muy mermados, con la dentadura postiza, enchepados,…. Pero con una buena pensión (y no esta mier…. de pensión que parece un acto de caridad más que un acto de justicia).

Y sigues hacia atrás, saliendo del asilo y entrando de nuevo en la fábrica. Ya has descumplido 30 años. Has ingresado en el mundo laboral. Y ya sabes lo que es sudar. Te deslomas durante 40 años. Vas descumpliendo años y trienios. Los colegios, los ligues de tus hijos. Las noches en vela porque son las 7 de la mañana y aún no han llegado. Y te nace el tercer hijo, luego el segundo y, finalmente (o primeramente) la niña.

El día de la boda. El desastre y la hiel de la luna de miel. Preguntándote qué es lo que has hecho y lo que te espera.
Ahora la Universidad. ¡Vaya siete cursos, para una carrera de cinco años¡. Botellones. Ligues. Madrugadas. Ojeras. Faltas a clase. Y te ves en selectividad, otra vez con el mito de la caverna de Platón.

El bachillerato y la rubia de Nerea. Esos besos robados. Esa imaginación al límite. Las poluciones nocturnas. Esa E.S.O. y las masturbaciones, porque el profesor de Ética, contra el profesor de Religión, me ha asegurado que no son pecado.

Y así entras en el colegio de Primaria. ¡Qué felicidad!. Todo lo que necesites se te dará. Academia de Inglés y de Informática, así como Judo y Deporte por las tardes. Sólo tienes que pedirlo y tu padre echará las horas extra que hagan falta. Juego y más juego. Pedagogía lúdica. Refuerzos positivos. Ninguna responsabilidad. ¡Qué alegría!. Si algo falla, si algo va mal, la culpa es de la sociedad, del sistema, de los medios de comunicación, del profesor, que sólo piensa en vacaciones y me tiene rabia. Pero yo no soy responsable. Al revés, soy una víctima del sistema, necesito recompensas.

Y llegas a bebé. Ni ir al water. Ni ir al frigorífico. Un simple lloriqueo y toda la familia alrededor, con el biberón, con los pañales, con el baño, con el cochecito de paseo. La cuna. Los cuentos. El chupete.

Y así llegas a entrar en el vientre de tu madre. 9 meses. Los mejores 9 meses de tu vida. Sin tener que hacer nada para tenerlo todo. Y todo por un simple cordón. Es el paraíso. Es el estado adánico.

Y en ese primer segundo de tu vida, mientras ese espermatozoide corre veloz a ligar en las ligaduras, al unísono con el chirriar del viejo somier de muelles, en el jadeo y éxtasis de tus padres, en la cima del orgasmo, despertarme y diluirme al mismo tiempo, uniendo mi felicidad a su placer, expresando los mismos “ay…ay….ay….” pero el suyo in crescendo, hasta llegar a la fase de meseta y el mío en descrescendo, (¿se dirá así?) hasta apagarse, hasta apagarme.

(¡Hola!, ¡Adiós!).
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Por : Tomás Morales Cañedo
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LA LIBERTAD

La sociedad actual ha marcado su territorio: “a este club sólo pertenecen: 1.- los jóvenes, o 2.- los que desempeñen un trabajo de calidad, o 3.- los que, por su trabajo, obtengan una buena remuneración”.

Fíjense en la conjunción “o”.

Si yo pongo un anuncio que diga: “necesito secretaria que sepa Inglés o Francés”. Se me pueden presentar cuatro posibles candidatas a secretarias: 1.- la que sólo sabe Inglés, 2.- la que sólo sabe Francés, 3.- la que sabe Inglés y Francés y 4.- la que no sabe ni Inglés ni Francés. Los varones que se presentasen quedarían, automáticamente, eliminados.

Aplicada la Lógica, tan sólo la 4ª no cumple los requisitos del anuncio. Sería descartada. Las otras tres cumplen los requisitos. (En Lógica Matemática a esa disyunción se la denomina “Disyuntiva Inclusiva” que es Verdadera cuando al menos una de las partes es verdadera).

Quiere decir que, en la sociedad actual (y aplicando la Lógica Matemática), los que, gracias a Dios y a la edad, estamos jubilados no tenemos cabida en ella, no podemos ser socios de ese club. Como no somos jóvenes, ni desempeñamos un trabajo de calidad y nos dan una mier… de pensión….(ninguno de los tres requisitos), estamos excluidos.

¡Señor, perdónalos, porque la junta directiva de ese club no sabe ni lo que dice ni lo que hace¡. ¡Vaya mierda de club y vaya mierda de directiva” (aunque yo sé bien por dónde van).

Confundir “vida” con “trabajo” es un error típico de retrasados mentales.

Confundir “actividad” con “actividad laboral” es idem de idem.

Tras la jubilación quedan muchos años por delante.

La actividad lúdica es la que más te realiza, la que más te llena. Más que la actividad laboral porque, entre otras cosas, puedes seguir haciéndola, si lo deseas o puedes dedicar todo tu tiempo, tu esfuerzo y tu habilidad a esas otras actividades que, precisamente, la actividad laboral, hasta ahora no te lo había permitido.

Es cierto que muchas mujeres, que, sobre todo, han ejercido de madres, cuando sus hijos abandonan la casa sufren lo que se denomina “síndrome de nido vacío”.

Es cierto que, igualmente, muchos varones, que han confundido “vida” con “trabajo”, cuando, por motivos de edad, tienen que abandonarlo sufren el “síndrome de tiempo vacío”.

Esto es un error. Seamos inteligentes. Reconozcámoslo, (que es un error), y estaremos en la verdad.

Cuando se habla de “libertad” solemos los filósofos distinguir (con E. Fromm) entre “libertad de” y “libertad para”.

Nosotros, los jubilados, ahora que estamos “libres de” tener que ir a trabajar y estar todo el día trabajando, somos los que podemos ejercitar la “libertad para”. La libertad para hacer lo que nos dé la gana, cuando nos dé la gana, como nos dé da la gana,…

Eso es la libertad ¿no?. Hacer lo que nos dé la gana.

Nadie, pues, más libres que nosotros.

¡Seamos positivos, coño¡, que ésta es la verdad que va a misa.

Por : Tomás Morales Cañedo

¿CUÁLES SON MIS RAÍCES?

Yo, Tomás Morales, natural de Salamanca y vecino de Málaga, ¿soy un salmantino que trabaja y vive en Málaga o soy un malagueño al que nacieron en Salamanca?.

Una de las leyes de la evolución es la Adaptación al medio.

El ser vivo, cualquier ser vivo, ante el medio que le ha tocado vivir o en el que se ha metido, ante las condiciones que ese medio le impone, sólo tiene dos salidas: o adaptarse a él para sobrevivir (de lo contrario, morirá) o adaptarlo a él.

Durante la mayor parte de la presencia de la vida en la tierra los seres vivos sólo pudieron responder de la primera manera. Sólo muchos, muchísimos años después, cuando el hombre comenzó la aventura de la ciencia y de la tecnología (es decir, más o menos, anteayer) pudo poner en práctica la segunda respuesta.

El aire acondicionado, el frigorífico o la estufa, el ventilador y veinte mil inventos más son manifestaciones de adaptarlo a él.

“SAVOIR – POUVOIR – PREVOIR” era el lema de la Edad moderna.

Los vegetales, como enseñaba el sabio Aristóteles, realizan, llevan a cabo, las funciones propias de su alma vegetativa: nacer, alimentarse, crecer, reproducirse y morir, pero anclados, “enraizados” con sus raíces en el suelo. Ni los árboles ni las lechugas se dan paseos por el campo. Sus hojas y sus raíces, sobre todo, son las dos grandes fuentes de alimentación.

Los animales (vivientes sensibles), por su parte, con su alma sensitiva, realizan todas las funciones que realizaban los vegetales (nacer, alimentarse….) más las funciones propias de su alma, tienen sentidos para conocer, tienen instintos para actuar y poseen la potencia locomotriz, para moverse. Ni el pájaro ni el perro están “enraizados”. Se mueven, cambian de lugar para conseguir comida o para librarse de ser comidos.

El hombre, en cambio (siempre según Aristóteles), además de hacer todo lo que hacen los vegetales (nacer, alimentarse, crecer….) y de lo que hacen los animales (sentir, mamar, huir, andar….) realizan las funciones propias de su alma racional: el conocimiento superior (inteligencia y razón) para conocer, voluntad para querer y libertad para optar, para elegir.

El hombre, por medio de este conocimiento superior, conoce la naturaleza, descubre las leyes de su actuación para, así, aprovecharse de ella, para ponerla a su servicio.

El hombre no tiene raíces. Su alimento está en lo alto, se llama cultura. Y ésta siempre está más allá del nivel puramente biológico. Somos biografías distintas montadas sobre biologías iguales o muy parecidas (un corazón, dos ojos, dos riñones,…. en los mismos sitios….). “Ca uno é ca uno” – que diría el refranero vulgar. Cada uno es guionista de su propia bio-grafía. En la vida cada uno es/debe ser autor, actor, director, tramoyista, …

Yo suelo decir, muchas veces, que a mí “me nacieron en Salamanca” pero que, luego, “me hice andaluz”.

Uno no es del lugar en que lo nacen sino del lugar en que se hace. Yo me hice educador, esposo, padre, abuelo, articulista, conferenciante,… yo me hice y sigo haciéndome mi yo (estudioso, conferenciante, articulista….) en Andalucía.

¿Cuáles son mis raíces?. ¿Las biológicas o las culturales?. ¿De qué se alimenta mi persona?.

Mi padre, allá en la Tierra del Vino castellana, tenía la costumbre de plantar una viña cada vez que le nacía un hijo (Bueno, la verdad es que cuando le nació el cuarto, mi hermano el pequeño, plantó un pinar). Una de las tres viñas, la 2ª, era “el majuelo de Sito” (Sito, de Tomasito, yo),
Pero mi padre plantaba unas cepas llamadas “americanas”, que “agarraban” muy bien y que “encepaban” muy de prisa, pero a los dos años las injertaba con “varas” de “tinta Toledo” o “tinta Madrid”, porque –decía él – esos injertos, en esa cepas, producen uva de calidad superior a la que le correspondería en su cepa.

Digo todo esto porque, hace ya casi 40 años, un castellano (o sea, yo) cruzó Despeñaperros y bajó a Andalucía, (primero Córdoba, luego, y finalmente, Málaga) y aquí sigo ¿”enraizado”?.
Si mañana mismo, mis hijas (¡ironías de la vida!, una en Madrid y la otra en Ciudad Real), solicitasen mi presencia por tiempo indefinido, cogería mis bártulos (o sea, mis libros) y una vez “desenraizado” me “enraizaría” de nuevo en otro lugar

¿Salamanca?. Me encanta. Pero mi vida, y todo lo que más quiero, ha nacido en Andalucía.

¿Soy andaluz?. Por supuesto. ¿Menos que otros, nacidos aquí?. No lo creo. Recuerden las viñas de mi padre.

Recuerden lo que tantas veces he dicho: “Nos nacen hombres, nos hacen humanos, nos hacemos personas”

No elegimos ni nacer ni dónde nacer ni cuándo nacer. Nos tocó lo que nos tocó. Nos podría haber tocado otra cosa.
No elegimos ni la cultura, ni la educación. Nos fueron moldeando así. Nuestros padres, nuestros maestros, el ambiente alrededor. Nos hicieron así.
Pero sobre esa estructura humana cada uno de nosotros somos más o menos responsables del tipo de persona que somos.
No elegimos vivir, pero sí podemos/debemos elegir qué tipo de vida queremos vivir. La vida, más que en un lugar, está en el modo.

En el hombre las “raíces” son una metáfora. Una metáfora bella. Pero metáfora.

Transcribo las palabras de un periodista en la prensa local de Málaga: “ Los seres humanos estamos hechos para andar, no para estarnos quietos, como si estuviéramos plantados en un arriate. “Desarraigo” suena mal pero, siguiendo la metáfora, es lo que nos permite ir de acá para allá, tanto espacial como intelectualmente. Yo al menos me alegro de haberme desarraigado de muchas de las cosas que me vinieron impuestas por mi tiempo y de algunas en las que creí con convicción sentimental. Las raíces son una metáfora nostálgica en un mundo cada vez más cosmopolita. Nada tienen de malo como figura del apego a determinadas costumbres, pero sí me parecen perniciosas convertidas en imposición histórico-cultural.
No es bueno mirarse (uno) demasiado las raíces, corre uno el riesgo de pasar del dicho al hecho y quedarse tan inmóvil como un vegetal”.

¡Chapeau¡.

En las últimas elecciones generales, previendo que no iba a estar en Málaga, solicité el voto por correo (por aquello del deber moral (no legal) de votar). A su debido tiempo me llegó un sobre con todas las candidaturas. Las había graciosas, las había ridículas, las había nostálgicas, algunas utópicas, otras realistas, pero había una que no me encajaba, la de Nafarroa Bay (¿se escribe así?) en Málaga.
Luego me enteré que había personas concertando citas por teléfono con aquellos que tuviesen un apellido navarro, para convencerlos de que, si sus raíces son navarras, sólo pueden/deben votar la lista Navarra, porque las raíces no se pierden nunca…
Si todos los Sánchez (de Sancho), Domínguez (de Domingo), González (de Gonzalo), Rodríguez (de Rodrigo), García (de Garcés),….o todos los Perales, Robles, Manzanos, Naranjos,….(nombres de árboles, procedentes de los judíos en suelo español), o los Zamarrillas, Margaritas, Azucenas, Rosas,….. (nombres de flores, procedentes de los árabes) y que viven en el País Vasco tuvieran/debieran votar a la candidatura acorde con sus “raíces”…

¡PATÉTICO¡ - Oiga­- ¡Raíces de un ser desarraigado!

Por : Tomás Morales cañedo.

¡CÓMO HACERSE EXPERTO EN MEDIA HORA¡

Aquello de “aprender inglés en 30 días” está ya superado.

Yo le propongo hacerse experto en media hora.

“Eso que dice el escritor/el crítico/el profesor/el conferenciante/el…. tiene que ser un pensamiento profundo, poseer una trama significativa oculta a la mayoría, llegar a la esencia de las cosas, ver lo que yo soy incapaz de ver,…. Tiene que haber algo latente que no es patente al vulgo. Porque, es que, “yo no me entero de nada”, se me escapa el significado de esos significantes.

No hay mejor cosa que usar un lenguaje oscuro, críptico, que nadie entienda, para quedar bien ante los demás y aparecer, ante ellos, como un especialista, como un experto, sentar cátedra, ser envidiado.
Más de uno “codiciará” la profundidad de sus pensamientos, el “arcano” de sus reflexiones, lo “enigmático” de sus sentencias,….

Hay un filósofo existencialista alemán, M. Heidegger que, en su obra principal, Ser y Tiempo, dice. “la nada nadea”.
Sobre esta frase, al tiempo que se han escrito libros enteros hay quien la ha despachado con “vaya gilipollez”. Es como decir “el susurro susurra”, “el blanco blanquea”, “el perro perrea”, “Tomás tomasea”, “el manoseo manosea”, “el agujero agujerea”, “decapita las cabezas”, “la batidora bate” y “abofetea a bofetadas” y…. (pueden Uds. seguir, que es muy fácil).
Mi abuela solía decir: “cuando marzo marcea, mayo mayea”.
(Algún día que no tenga “nada” que hacer les expondré mis reflexiones sobre “la nada nadea”).

¿Quiere Ud. ser/aparecer como un experto, un crítico en FÚTBOL?. Coja su dado, tírelos al azar. Apunte y escriba. Cuando llegue a ese programa de radio o de la tele lea lo que le haya “dado el dado”

1.- La velocidad de los extremos 1.- descompone 1.- la estrategia del contrario.
2.- La compacta cobertura 2.- coopera a 2.- el esquema inicial.
3.- La conexión con la media punta 3.- desconcierta 3.- la disposición en el campo.
4.- La tela de araña de los medios 4.- replantea 4.- la distancia entre bloques.
5.- El achicamiento de espacios 5.- aligera 5.- la recuperación del balón.
6.- El fondo atlético del equipo 6.- impide 6.- el avance del eje central.

(Que le sale a Ud. 5-3-1, entonces:
“ El achicamiento de espacios desconcierta la estrategia del contrario”
(Que le sale a Ud 3-6-4, entonces:
“ La conexión con la media punta impide la distancia entre bloques”.

¡Toma ya¡.

Valdano, a su lado, es un aprendiz, un neófito, un mero hablador, alguien que sólo maneja el uso vulgar del lenguaje.

¡Ah, que lo que Ud. quiere es ser/aparecer como un especialista en pintura?. Coja Ud. su dado, láncelo, apunte y, en una Galería de Arte, ante una exposición donde nadie entienda nada pero que haya mucha gente, exclame:

1.- La tonalidad cromática 1.- desafía 1.- la personalidad del artista.
2.- La solidez de los tonos 2.- liberaliza 2.- la línea argumental de la obra.
3.- El conjunto pictórico 3.- configura 3.- la misma estructura tonal.
4.- la textura de los contrastes 4.- reestructura 4.- la introspección figurativa.
5.- La disposición de los trazos 5.- supervalora 5.- el espacio argumental de la recta.
6.- La superposición icónica 6.- insinúa 6.- la audacia rompedora personal.

(Que le sale a Ud, por ejemplo, 1-5-6, pues. Ahí va:
“La tonalidad cromática supervalora la audacia rompedora personal”
(Que le sale a Ud. 3-3-4, pues;
“El conjunto pictórico configura la introspección figurativa”

¿Ser/aparecer como un crítico musical?

1.- El susurro del violín 1.- dulcifica 1.- la contextura de la obra.
2.- El lamento de la viola 2.- rectifica 2.- la solidez de la partitura.
3.- La irrupción del bongo 3.- reconduce 3.- el compromiso del autor.
4.- La ruptura de la trompeta 4.- revierte 4.- la armonía sinfónica.
5.- La meliflua flauta 5.- subraya 5.- la plenitud musical.
6.- La delicadeza del piano 6.- magnifica 6.- el refuerzo polifónico.

¡Adelante¡. ¿Que le sale: 5 – 1 - 4?. Pues ya sabe:

“La meliflua flauta dulcifica la armonía sinfónica”.

Que ha salido 6-3-5?. Pues, ¡adelante¡

“La delicadeza del piano reconduce la plenitud musical”.

¡Anda que no quedan CAMPOS en los que ser/aparecer como experto, como especialista¡:
- Crítico LITERARIO.
- Crítico en ECOLOGÍA.
- Crítico en POLÍTICA.
- Crítico en ARMAMENTISMO
- Critico en PACIFISMO.
- Crítico en AYUDA HUMANITARIA.
- Crítico en POLÍTICA INTERNACIONAL.
- Crítico en MEDIO AMBIENTE.
- Crítico en EFECTO INVERNADERO.
- Crítico en MEDIO ORIENTE.
- Crítico en LEJANO ORIENTE.
- Crítico en POLÍTICA SANITARIA.
- Crítico en POLÍTICA EDUCATIVA.
- Etc……etc…..etc….etc….

Son ilimitados los posibles campos en los que Ud. puede sobresalir. Anímese. Papel, boli, dado y…..!a triunfar¡

Pero se lo voy a poner más fácil. Porque el mayor problema suelen ser los verbos, los de la segunda columna.
Así que cojan Uds. un diccionario de sinónimos y antónimos (en Prometeo Ocasión suele costar 1 ó 2 euros (¿verdad, Ángel) y ¡adelante¡.
Por ejemplo: “Dudar, vacilar, titubear, fluctuar, cuestionar” y sus antónimos: ”confiar, fiar, esperar, depositar”.
Por ejemplo: “Instar, apremiar, apurar, insistir, pretender” y sus antónimos: “desistir, renunciar, cesar, desestimar, abandonar”.
Por ejemplo: “Provocar, incitar, exacerbar, suscitar” y “tranquilizar, aquietar, sosegar, mitigar, paliar”.
(Y el último ejemplo: “Proteger, amparar, socorrer, resguardar, prevenir” y sus opuestos: “perseguir, acosar, comprimir, hostigar, asediar”.

Pero también puede utilizar substantivos y adjetivos y sus antónimos.
Sólo un ejemplo: “Protuberancia, saliente, turgencia, abolladura, relieve” y “depresión, hondonada, concavidad, bajada, desaliento.

(Entre paréntesis. Conocí a un catedrático de Universidad que siempre utilizaba este diccionario u otro parecido y siempre ponía la palabra más rara, lo cual (el creía) le daba profundidad a sus libros o artículos).

Imagínense que uno de Uds, va al M.P.M. (Museo Picasso Málaga”, y, cuando más gente hay contemplando un cuadro, levanta Ud. la voz, como extasiado y suelta (por esa su boquita): ”Hay que ver la genialidad del genio, vean cómo Picasso picassea, consigo mismo y con el entorno en torno, cómo reestructura las estructuras clásicas, cómo resalta la femineidad femenina, cómo desnaturaliza la naturaleza al tiempo que sus retratos retratan la imagen por él imaginada…. (sigan, por favor), seguro, seguro, que la mayoría escuchará su discurso y como la genialidad y la idiotez ( en este caso simulada) son anomalías, una por exceso y la otra por defecto, muchos no sabrán cómo catalogarlo a Ud.

Mientras Ud. hace todo eso, (y después de haberlo hecho) RÍASE, por favor, ríase del mundo entero, ríase de Tomás, ríase de Ud. mismo, ríase de la Dirección general de cualquier ministerio, ríase de Telefónica, ríase de los concejales, ríase de cómo ensucia la suciedad y cómo limpia la limpieza, ríase de quien quiera, pero, ¡por favor” RÍASE, es lo más sano del mundo, es la mejor terapia, es la RISOTERAPIA

Su creatividad como creador, merece que ría y sonría con risa de…

¡Dios, la creatividad¡

( P.D. Me encantaría ver, conocer, comprobar sus avances, sus logros en el nuevo arte ).

(P.D. Con tantos expertos posibles, ¿Ud. sabe la cantidad de personas que salen del paro?. Porque ya no serían “parados”, sino “parados con expectativas”).
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Por : Tomás Morales Cañedo

domingo, 13 de abril de 2008

026 - Analfabetos y osados

Cada vez que abro mis correos electrónicos y que suele ser a diario, no hay día que no me encuentre con veinticinco y treinta correos, la mayoría de ellos sin valor alguno, meramente de entretenimientos, unos mejores, otros peores, fotos, paisajes, presentaciones, subidos de tonos, chistosos, etc., al final los medio leo y poca atención les presto últimamente, y pocos suelo reenviar ya que observo que suelo recibir los mismos por diferentes sitios, no obstante alguna vez surge alguno que evidentemente dice algo, hoy recibo uno que me manda mi amigo Juan Gallego que a su vez se lo han remitido a él, y que ya irá expandiendose de unos a otros, se titula : ANALFABETOS Y OSADOS, y su autoría es de Andrés Cárdenas Muñoz, supongo que lo que expresa es cierto ¿porque dudarlo? dice así :

PERMÍTANME ustedes que comience contándoles un acaecido, entre preocupante y gracioso, relacionado con mi pueblo. Resulta que allí, en Bailén, hay un Colegio llamado '19 de julio', nombre puesto en honor de aquel día en que un ejército andaluz venció a las tropas de Napoleón en la llamada Guerra de la Independencia. Fue un hecho histórico muy importante y por eso este año, en el que se cumple el bicentenario, se quiere celebrar por todo lo alto. Pues bien, un Sindicato Andaluz de Estudiantes se reunió hace unos días en Sevilla y decidió enviar una carta a este colegio, acompañada por una resolución aprobada nada menos por el Consejo Escolar del Estado, en la que se instaba al centro a cambiar de nombre porque, asómbrense ustedes, ¿hace referencia al régimen franquista! Con un par. Señores y señoras, así está el patio educativo en Andalucía. A ellos, a los del sindicato, les debía sonar 18 de julio de 1936 y ni cortos ni perezosos quieren suprimir el 19 de julio de 1808.

Hasta aquí lo gracioso. Ahora viene lo preocupante. La Concejalía de Cultura de Bailén y el director del citado colegio enviaron una carta a los responsables del sindicato para sacarlos de su error y estos, en vez de agachar la cabeza y decir aquello de tierra trágame por demostrar su ignorancia supina con la historia, van y dice que esta equivocación esta siendo utilizada por todos aquellos que no quieren aceptar la Ley de la Memoria Histórica. «Utilizan un error inocente para desprestigiar una iniciativa de gran calado político que ha sido apoyada incluso personalmente por José Luís Rodríguez Zapatero», dicen los estudiantes, los cuales terminan su comunicado diciendo que en Andalucía hay decenas de centros educativos con nombres ligados a la dictadura franquista y «no descansaremos hasta que cambien sus denominaciones, ya que suponen todo un insulto para las familias obreras que tuvieron que sufrir la Guerra Civil y la dictadura». También, en su escrito, el sindicato estudiantil pide que se les quite el nombre a todos aquellos centros andaluces que llevan el nombre del Padre Poveda, ya saben, ese linarense que tanto tuvo que ver en la educación de los niños pobres de las cuevas de Guadix y que se preocupó de erradicar el analfabetismo en Andalucía. Hablando de analfabetismo, si estos estudiantes se hubieran interesado por su biografía, que por lo que se ve no lo han hecho, habrían comprobado que este hombre fue asesinado a los diez días (el 28 de julio de 1936) de comenzar la guerra civil y que el único delito que le habían encontrado fue que era cura. Los muy analfabetos se atreven a decir que este hombre es un símbolo franquista, cuando en realidad el pobre ni siquiera se imaginaba que Franco iba a ganar la guerra tres años más tarde. ¿Qué les parece? No solamente estos estudiantes son ignorantes, sino osados, las dos cualidades que permiten identificar a los tontos de capirote, por decir algo que está en consonancia con la Semana Santa.

Como nadie le ponga remedio a tanta estulticia, lo más preocupante para el futuro no será el cambio climático, sino la estupidez de los que están empeñados en demostrar que la inteligencia humana está en peligro de extinción. 'Apañaos' vamos.
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Por : Andrés Cárdenas Muñoz
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Debo insistir, de ser cierto ¿que debemos pensar?, me gustaría conocer vuestras opiniones, espero hagais algún que otro comentario al respecto, posiblemente este asunto le daría al Sr. D. Arturo Pérez Reverte a escribir una de sus "patentes de corso", que publica en el diario Semanal.

domingo, 6 de abril de 2008

025 - Dos articulos con fundamentos

Comencé mi vida laboral allá por el año 1966, estuve dos años en la primera Empresa que me contrató, pasando luego en el 1968 a formar parte de la que sería mi lugar permanente de trabajo durante 35 años, en los primeros días de trabajo en esta última, me dieron dos libritos con sendos articulos cada uno a leer, (era costumbre entregarselos a todos los empleados nuevos) y por lo tanto norma de obligado cumplimiento el leer ambos, aún los conservo todavía, el titulo de los mismos : "¡ ESO NO ES PROBLEMA !" y "UN MENSAJE A GARCIA", he pensado transcribir ambos, esta costumbre de dar los mencionados libritos se fué perdiendo en el transcurrir del tiempo, hoy día pienso que la lectura de ambos cuán útil sería para muchos, siendo lo más normal en líneas generales en los tiempos que corren ahora, no se les hicieran mucho caso, espero que os resulte grata su lectura, el primer articulo fué publicado en selecciones del Reader's Digest de Marzo de 1964 por William Ellis, el segundo en la revista Phillistine Marzo 1899 por Elbert Hubbard. Con la lectura de ambos articulos, solo pretendo hacer pensar un poco acerca de la disposición actual de las personas trabajadoras de hoy en día y si se acercan a estos mensajes, ¿Es este el espiritu que reza actualmente en los trabajos?. A decir verdad creo que es posible que en el fondo estos articulos hayan quedado obsoletos ¿o nó?.
Hablando con un amigo de estas dos lecturas al menos una de ellas "el mensaje a García", también lo distribuían en su empresa, por lo tanto debió ser un "Boom" en su época.
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El hombre que echa mano de su imaginación
para superar los obstáculos y convertirlos en
ventajas acaba por triunfar.

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¡ ESO NO ES PROBLEMA !
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Cuando le pregunté al dependiente de la sombrerería si tenía algún fieltro de ala más ancha, se irguió cuan largo era y replicó :
- Esta es el ala que se estila este año.
Me probé varios sombreros hasta que encontré uno a mi medida. Pero objeté:
- La cinta es un poco llamativa para mí. ¿Podría usted ponerle otra, lisa y de color marrón?
Me contestó que le era imposible porque así los enviaba la fábrica.
Por no ofender a la fábrica me llevé aquel sombrero, más en cuanto llegué a casa y ví la mirada que me echaba mi mujer, comprendí que me había equivocado. Durante el fin de semana hice acopio de valor para ir a cambiar el sombrero.
El lunes por la mañana había en la sombrerería otro dependiente, que se adelantó a mi encuentro:
- ¿En que puedo servirle?
- Vera usted... -le dije, y solté el discurso que había ensayado.
- Eso no es problema -repuso sonriendo-. Elija usted uno a su gusto.
Encontré uno, pero era algo grande. El dependiente repitió:
- Eso no es problema.
Levantando la correa del forro, metió debajo de ella un par de almohadillas de fieltro y me invitó a probarlo.
Aunque el tamaño ya me quedaba bien, todavía me arriesgué a tentar un poco más a la suerte.
- ¿No podría encontrar una cinta lisa, de color marrón? - pregunté.
Buscando en un cajón, sacó una cinta, la colocó y me entregó el sombrero mientras volvía a decir amablemente:
- No hay problema.
Salí de la tienda convencido de que aquel hombre iba camino del éxito cabalgando en una frase: "Eso no es problema".
Entonces me dí cuenta de que ésta era la actitud básica de todo hombre de éxito a quien, como periodista, había yo entrevistado, con quien había trabajado o sobre quien había escrito. Todos ellos hacían pequeños los problemas grandes, o no permitían que se hicieran grandes los pequeños, recurrían a la imaginación para simplificar las situaciones complejas o para convertir los obstáculos en ventajas, y, sobre todo, enarbolaban esta actitud como bamndera triunfal, con la cual invariablemente infundían confianza a todo el mundo.
Recordé entonces una entrevista que había yo hecho a Al Delaney, constructor de una ampliación de la fábrica de la Republic Steel, ampliación en que se invertía 75 mmillones de dólares. Durante esa entrevista, recorrí las obras a pié en seguimiento del pasilargo Delany mientras éste inspeccionaba aspectos del trabajo tan diversos como la desviación, 30 metros al oeste, del cauce del rio Cuyahoga o la adquisición de leche para el café de los obreros.
A cada pocos metros alguien le salía al encuentro con un nuevo problema, que él resolvía casi sin perder el paso. Al cabo de la jornada, le pregunté:
- Al, ¿cuál es su secreto?
A lo que él repuso, encendiendo la pipa:
- Es bien sencillo: ningún problema grande es realmente otra cosa que la acumulación de varios pequeños.
Luego me vino también a la memoria un hombre llamado Jim Kier, que, cuando se casó en el verano de 1958, tenía el plan de asistir a una escuela de estudios mercantiles avanzados en septiembre. Pero sufrió un revés financiero y decidió conseguir un empleo temporal. Mas antes de haber hallado ocupación, su esposa tenía que adquirir algunos enseres caseros, y fueron a buscarlos al almacén de Sears Roebuck. Jin preguntó las condiciones en que podría comprarlos a crédito, pero el dependiente le informó que no podrían darle crédito en tanto no tuviera trabajo.
- Está bien -repuso Kier-. ¿Dónde está su oficina de personal?
Kier empezó a trabajar en Sears. de un solo golpe obtuvo crédito (con descuento como empleado) y empezó a ganar, en aquel laboratorio práctico de economía, el dinero necesario para sus estudios. Hoy aplica su vigor a los problemas económicos de los demás en el departamento fiduciario en un banco de Cleveland.
En todas las esferas de la vida existen estos hombres como Kier y Delaney, para quienes no hay problemas y que a menudo pasan del pensamiento a la acción con tanta rapidez que no dan tiempo a dificultad alguna para desarrollarse por completo.
Bill Rapprich, por ejemplo, resolvió cierta vez un difícil problema mientras estaba enfermo en cama. Empleado de una compañía minera de hierro, está encargado de transportar económicamente el mineral en barcos desde los yacimientos de hierro del lago Superior a las fábricas de acero de los lagos bajos. esto se ha hecho enormemente difícil por el aumento de los costos de la construcción naval en los Estados Unidos. Rapprich necesitaba un barco más y de mayor tamaño, pero su construcción en los astilleros norteamericanos costaría alrededor de nueve millones de dólares, una suma exorbitante. podría comprarse por menos precio un buque extranjero, pero las leyes estadounidenses prohiben el uso de embarcaciones extranjeras en el cabotaje norteamericano.
En aquellos tiempos todas las compañías de mineral de hierro tenían el mismo problema, y varias se daban ya por vencidas. Pero a Rapprich, obligado a guardar cama, se le ocurrió una idea. Mandó comprar un juego de piezas de material de plástico para armar en miniatura un buque-tanque de los empleados en la segunda guerra mundial, lo montó, y luego lo dividió por la mitad. Entre ambas mitades insertó una larga sección central.
Cuando el médico lo dió de alta, enseñó su modelo a los directores de la empresa, explicandoles: "La ley permite construir parte de un buque en el extranjero sin perder el derecho de cabotaje. Podemos partir en dos un barco petrolero de la segunda guerra mundial, agregarle una sección central construida en el extranjero y hacernos así de un buque de 220 metros aproximadamente por la mitad del precio".
Hoy el "Walter A. Sterling", que navega en los Grandes Lagos con 23.000 toneladas de carga, es el descendiente de aquel modelo de plástico que Rapprich compró por 1,98 dólares. La proa y la popa son las del viejo petrolero "Chiwawa". Su sección central, de 160 metros, cruzó el Atlántico desde Alemania a bordo de un lanchón arrastrado por un remolcador.
En todos los hombres capaces de resolver problemas difíciles he observado una característica común: parecen descartar prontamente aquella parte del problema que no pueden solucionar y concentrar su atención en la que pueden resolver.
Abram Polsky y sus hijos tienen una tienda de cuatro pisos en la calle Howard, de Akron (Ohio). Pero el tráfico comercial de Akron iba gradualmente desviandose hacia la calle Mayor, a una cuadra de distancia, y el negocio de Polsky corría peligro. El comerciante sabía que no podía alterar los hábitos de todos los vecions de Akron ni trasladar su edificio entero a la calle Mayor. Polsky y sus hijos dieron vueltas y más vueltas a la manzana, estudiando la situación y explorando todas las posibilidades.
Finalmente, una mañana los sorprendidos habitantes de Akron descubrieron en la calle Mayor una gran muestra: POLSK'S. Entrando por la puerta abierta bajo el rótulo se encontraron en un estracho y atractivo pasaje con escaparates llenos de mercancías. La galería, abierta a través de lo que había sido una tiendecita del Edificio Kuebler, conducía a un interesante puentecillo que, describiendo un arco, llevaba precisamente a la entrada de la tienda de Polsky, en la calle Howard. De un audaz golpe, Polsky se había situado en la calle Mayor, dónde está el público. "No nos costó ningún trabajo", comentaba después Polsky. "No representó problema alguno".
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Por William Ellis
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INTELIGENCIA Y VOLUNTAD
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UN ARTICULO CELEBRE
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Esta pequeñez literaria, "Un mensaje a García", fué escrita una noche, después de la comida, en una hora. Erase el veintidos de febrero de mil ochocientos noventa y nueve, natalicio de Wáshington, y ya íbamos a entrar en prensa con el número de marzo de nuestra revista Phillistine. Brotaba candente de mi corazón, escrita cual fué, después de pesaroso día dedicado a tratar de enseñar a ciertos indolentes moradores de la villa a abjurar de aquel estado comatoso en que se encontraban y a infiltrarles radiactividad.
La idea surgió de una pequeña discusión, cuando tomábamos el té, en la cual mi hijo Bert lanzó la especie de haber sido Rowan el verdadero héroe de la guerra de Cuba. Rowan salió solo y realizó su propósito - llevó el mensaje a García; cual destello de luz vino a mi mente la idea: "Es verdad - me dije -, el muchacho tiene razón: héroe es aquel que cumple su cometido" -, que lleva el mensaje a García. Levantéme de la mesa y escribí "Un mensaje a García". Tan poca fué mi estimación de este articulo que se publicó sin encabezamiento en la revista. Hízose el reparto y poco después principiaron a llegar pedidos de una docena, cincuenta, cien ejemplares adicionales del número de Phillistine, y cuando la American News Company pidió mil ejemplares pregunté a uno de mis empleados cuál era el articulo que había levantado tanto polvo cósmico.
- Eso de García - me contestó.
Al día siguiente se recibió un telegrama de George S. Daniels, del Ferrocarril Central de New York, que decía así : "Cotice precio de cien mil ejemplares articulo Rowan en forma de folleto. Anuncio Tren Expreso del estado Imperial al respaldo. Diga cuándo puede hacerse entrega" .
Contesté cotizando precio y diciendo que podía entregarlos en dos años. Nuestrasa facilidades eran pocas y cien mil ejemplares parecíannos una empresa magna. El resultado fué que le concedí permiso a míster Daniels para que reprodujera el artículo como quisiera. Lo hizo en forma de folletos, en ediciones de medio millón. Distribuyó dos o tres ediciones de medio millón cada una, y, además, el articulo fué reproducido en más de doscientas revistas y periódicos. Ha sido traducido a todos los idiomas.
Cuando Mr. Daniels se ocupaba de la districución de "Un mensaje a García", el príncipe Hilakoff, director de los ferrocarriles de Rusia, se encontraba en este Pais. Era huésped de la Compañía del Ferrocarril Central de Nueva York, y viajó por todo el País acompañado por Mr. Daniels. El príncipe vió el librito; le interesó más por el hecho de que Mr. Daniels lo estaba distribuyendo en tan grandes cantidades que probablemente por cualquier otro motivo.
De todos modos, cuando el príncipe regresó a su país hizo que se tradujera al ruso y se entregara un ejemplar a todo emplead0 de ferrocarril en Rusia. Tras ésta vinieron otros países, y de Rusia pasó a Alemania, Francia, españa, Turquía, Indostán y China. Durante la guerra entre Rusia y el Japón, a todo soldado se entregó un ejemplar del mensaje a García.
Encontrando los japoneses esos libritos en poder de los prisioneros rusos, llegaron a la conclusión de que debía ser algo bueno, y, por consiguiente, lo tradujeron al japonés.
Y por orden del Mikado se entregó un ejemplar a todo empleado, civil o militar, del gobiereno japonés.
Más de cuarenta millones de ejemplares de Un mensaje a García han sido impresos. Se dice que esta es la circulación mayor de toda la Historia que haya tenido un trabajo literario durante la vida del autor, gracias a una serie de accidentes afortunados. - E. H.
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East Aurora, 1 de diciembre 1913

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" UN MENSAJE A GARCIA "
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En todo este asunto de Cuba hay un hombre que sobresale en el horizonte de mi memoria como el planeta Marte en su perihelio. Cuando se declaró la guerra entre España y los Estados Unidos era muy necesario comunicarse prontamente con el jefe de los insurrectos. Encontrábase García allá, en la manigua de Cuba, sin que nadie supiera su paradero. era imposible toda comunicación con él por telégrafo o por correo. El presidente tenía que contar con su cooperación sin pérdida de tiempo. ¿Que hacer?.
Alguién dijo al presidente: "Hay un hombre llamado Rowan que puede encontrar a García, si es que se le puede encontrar".
Se trajo a Rowan y se le entregó una carta para que a su vez la entregara a García. De cómo fué que este hombre, Rowan, tomó la carta, la selló en una cartera de hule, se la amarró al pecho, hizo un viaje de cuatro días y desembarcó de noche en las costas de Cuba en un bote sin cubierta; de cómo fué que se internó en las montañas y en tres semanas salió al otro lado de la isla, habiendo atravesado a pié un país hostil, y entregado la carta a García, son cosas que no tengo deseo especial de narrar en detalle. Pero sí quiero que conste que Mac-Kinley, Presidente de los Estados Unidos, puso una carta en manos de Rowan para que éste la entregara a García. Rowan tomó la carta y no preguntó: "¿Dónde está García?".
¡Loado sea Dios! He aquí un hombre cuya figura debe ser vaciada en imperecedero bronce y puesta su estatua en todos los colegios del país. No es la enseñanza de libros lo que los jóvenes necesitan, ni la instrucción de esto o aquello, sino el endurecimiento de las vértebras para que sean fieles a sus cargos, para que actúen con diligencia, para que hagan la cosa - "llevar el mensaje a García".
El general García ya no existe, pero hay otros García.
No hay nombre que haya tratado de administrar una empresa que requierea mucho personal que aveces, no se haya quedado atónito al notar la imbecilidad del promedio de los hombres, la inhabilidad o la falta de voluntad de concentrar sus inteligencias en una cosa dada y hacerla.
La asistencia irregular, la desatención ridícula, la indiferencia vulgar y el trabajo mal hecho parece ser la regla general. No hay hombre alguno que salga airoso de su empresa a menos que, quieras o no, o por la fuerza, obligue o soborne a otros para que le ayuden, o a menos que tal vez Dios Todopoderoso, en su bondad, haga un milagro y le envíe al Angel de la Luz para que le sirva de auxiliar.
Tú lector, puedes hacer esta prueba. Te encuentras en estos momentos sentado en tu oficina. A tu alrededor tienes seis empleados. Llama a uno de ellos y pídele lo siguiente: "Tenga la bondad de buscar en la Enciclopedia y hágame un memorándum corto de la vida de Corregio".
¿Crees tú que el empleado contesta: Sí, señor, y se marcha a hacer lo que tú le dijistes?.
Nada de eso. Te mirará de soslayo y te hará una o más de las siguientes preguntas:
¿Quien era Corregio?
¿En cual enciclopedia?
¿Dónde está la enciclopedia?
¿Acaso fuí yo empleado para hacere eso?
¿No querra usted decir Bismarck?
¿Por qué no lo hace Carlos?
¿Murió?
¿Hay prisa para eso?
¿No sería mejor que le trajera el libro y usted mismo lo buscara?
¿Para que quiere usted saberlo?
Y me atrevería a apostar diez contra uno que después que hayas contestado al interrogatorio y explicado la manera de buscar la información que necesitas y por qué la necesitas, tu empleado se retira y obliga a otro compañero a que le ayude a encontrar a Correggio; regresando poco después diciéndote que no existe tal hombre. Desde luego puede darse el caso en que yo pierda la apuesta, pero según la ley de promedios no debo perder.
Ahora bien: si tú sabes lo que tiene entre manos, tú no dbes molestarle en explicar a tu auxiliar que "Correggio" está indicado con "C" y no con "K", sino que sonrientemente y de buen humor le dirás:"Está bien, déjelo", y dicho esto te levantarás y lo buscarás tú mismo.
Y esa incapacidad para obrar independientemente, esa estupidez moral, esa deformidad de la voluntad, esa falta de disposición para hacerse cargo de una cosa y realizarla, ésas son las cosas que han pospuesto para lejos en lo futuro al socialismo puro. Si los hombres no actúan por sus propias iniciativas para sí mismos, ¿que harán cuando el producto de sus esfuerzos sea para todos?. La fuerza bruta parece necesaria y el temor a ser "rebajado" el sábado a la hora del cobro hace que muchos trabajadores o empleados conserven el trabajo o la colocación.
Anuncia buscando un taquígrafo, y de diez solicitantes, nueve son individuos que no tienen ortografía, y lo que es más, de individuos que no creen necesario tenerla. ¿Podrían esas personas escribir una carta a García?.
- Mire usted - me decía el gerente de una gran fábrica -, mire usted aquel tenedor de libros.
- Bien, ¿que le pasa?
- Es un mágnifico contable, más si se le manda hacer una diligencia, tal vez la haga, pero puede darse el caso de que entre en cuatro salones de bebidas antes de llegar y cuando llegue a la calle Principal ya no se acuerde de lo que se le dijo.
¿Puede confiarse a ese hombre que lleve un mensaje a García?.
Recientemente hemos estado oyendo conversaciones y expresiones de muchas simpatías hacia "los extranjeros naturalizados que son objeto de explotación en los talleres", así como hacia "el hombre sin hogar que anda errante en busca del trabajo honrado", y junto a esas expresiones con frecuencia empléanse palabras duras hacia los hombres que están en el poder.
Nada se dice del patrono que se avejenta antes de tiempo tratando en vano de inducir a los eternos disgustados y perezosos a que hagan un trabajo a conciencia; ni se dice nada del mucho tiempo ni de la paciencia que ese patrono ha tenido buscando personal que no hace otra cosa sino "matar el tiempo" tan pronto como el patrono vuelve la espalda. En todo establecimiento y en toda fábrica se tiene constantemente en práctica el procedimiento de selección por eliminación. El patrono vese constantemente obligado a rebajar personal que ha demostrado su incompetencia en el fomento de sus intereses y a tomar otros empleados. No importa que los tiempos sean buenos; este procedimiento de selección sigue en todo tiempo y la única diferencia es que, cuando las cosas están malas y el trabajo escasea, se hace la selección con más escrupulosidad, pero fuera, y para siempre fuera, tiene que ir el incompetente y el inservible. Por interés propio el patrono tiene que quedarse con los mejores, con los que puedan llevar un mensaje a García.
Conozco a un individuo de aptitudes verdaderamente brillantes, pero sin la habilidad necesaria para manejar su propio negocio, y que, sin embargo, es completamente inútil para cualquier otro, debido a la insana sospecha que constantemente abriga de que su patrono le oprime o trata de oprimirle. Sin poder mandar, no tolera que se le mande. Si se le diera un mensaje para que lo llevara a García, probablementesu contestación sería: "Llevelo usted mismo"".
Hoy este hombre anda errante por las calles en busca de trabajo, teniendo que sufrir la inclemencia del tiempo. Nadie que le conozca se ofrece a darle trabajo, puesto que es la escencia del descontento. No entra por razones y lo único que en él podría producir algún efecto sería un buen puntapié salido de la punta de una bota del número nueve, de suela gruesa. Sé, en verdad, que un individuo tan moralmente deforme como ése no es menos digno de compasión que el físicamente inválido; pero en nuestra compasión derramemos también una lágrima por aquellos hombres que se encuentran al frente de grandes empresas, cuyas horas de trabajo no están limitadas por el sonido del pito y cuyos cabellos prematuramente encanecen en la lucha que sostienen contra la indiferencia zafia, contra la imbecilidad crasa y contra la ingratitud cruenta de los otros, quienes, a no ser por el espiritu emprendedor de éstos, andarían hambrientos y sin hogar.
Diríase que me he expresado con mucha dureza. Tal vez sí; pero cuando el mundo entero se ha entregado al descanso, yo quiero expresar una palabra de simpatía hacia el hombre que sale adelante en su empresa, hacia el hombre que, aún a pesar de grandes incovenientes, ha sabido dirigir los esfuerzos de otros hombres y que, después del triunfo, resulta que nada ha ganado, nada más que su subsistencia.
También yo he cargado mi lata de comida al taller y he trabajado a jornal diario, y también he sido patrono, y sé que puede decirse algo de ambos lados.
No hay excelencia en la pobreza, "per se"; los harapos no sirven de recomendación; no todos los patronos son rapaces y tiranos; no todos los pobres son virtuosos.
Mis simpatías todas van hacia el hombre que hace su trabajo cuando el patrono está presente como cuando se encuentra ausente. Y el hombre que al entregársele una carta para García, tranquilamente toma la misiva, sin hacer preguntas idiotas y sin intención alguna de arrojarla a la primera alcantarilla que encuentre a su paso o de hacer cosa que no sea entregarla al destinatario; ese hombre nunca queda sin trabajo ni tiene que declararse en huelga para que se le aumente el sueldo. La civilización busca ansiosa, insistentemente, a esa clase de hombres. Cualquier cosa que ese hombre pida, la consigue. Se le necesita en toda la ciudad, en todo pueblo, en toda villa, en toda oficina, tienda y fábrica, y en todo taller. El mundo entero lo solicita a gritos; se necesita, y se necesita con urgencia al hombre que pueda llevar un "Mensaje a García".
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ELBERT HUBBARD.

Y bien aquí finalizan estos dos articulos, ¿que os han parecido? a ver si os animáis y le haceis algunos comentarios a los mismos, creo que no tienen desperdicio y si se analizan y debaten se pueden sacar muchas conclusiones. Lo que si es cierto es que en su día tuvieron una gran divulgación.